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Estupidez implantada


Estupidez implantada


Todos los rebaños ovinos siguen a la oveja mansa, o al castrón si lo hubiera.

Casi nadie se plantea que ese comportamiento, borreguil, no es propio del ser humano sino algo implantado. Para “inmunizarnos”, supongo, contra todo pensamiento bien razonado, clarividente a ser posible, que explique el porqué de las cosas que están pasando.

Cuando se pierde el pensamiento crítico, propio, y se deja a otras personas (líderes de opinión, influyentes en los medios de comunicación) que piensen por uno mismo se cae rápido en el estado de servidumbre. Y si es toda una comunidad más parecen rebaños gobernados por rabadanes y orillados por sus perros guardianes.



No me gustan las personas estúpidas y evito sus agrupaciones; los que no lo somos nos reconocemos hasta con la mirada. Una cosa es una broma tonta que cualquiera hace un día y otra el estúpido que hace gala de su condición semana tras semana, y va haciendo piña y peña de majaderos como él.



Sigo pensando que tanta estupidez como ha padecido el género humano durante milenios me suena a operaciones oscuras, a las llamadas “falsas banderas”, a algo inducido por grupos tipo “quinta columna”. El ser humano no es sabio por naturaleza, pero mucho menos estúpido.

Estoy recordando aquellas largas colas que veía cada mañana cuando iba a trabajar, en bicicleta, a la puerta del vacunódromo de la ciudad.



Estólidos e impertérritos aguardando a la helada, sonrientes incluso algunos conocidos que me saludaban y animaban. ¡Indurain! Ya, ya...

Una operación ejecutada de manera impecable, desde luego. Ya ni me molesto en intentar explicarles que todos ellos tienen direcciones MAC para tecnología inalámbrica Bluetooth, ¡como si fueran teléfonos móviles!



Emiten y reciben información las 24 horas del día ignorando a dónde la envían y de quienes la reciben. Estoy viendo últimamente cosas que nunca habría pasado a creer, y no me refiero a cosas como juntarse toda la peña en un corrillo a la puerta del bar, como los bonobos, sino a cosas que he visto en ambulatorios y hospitales.

Me parece que son comportamientos implantados, estúpidos.

¿Qué le parece a usted, vecino?

Espero su comentario.


Los Rabadanes


Los Rabadanes


Hola amigos, por aquí seguimos, insistiendo cual gota malaya.

Los espabilados que nos pastorean, desde hace milenios, siempre han recurrido al miedo que las ovejas le tienen al lobo, y nos azuzan con sus perros, perros lobo, y el más lobo de todos: El Rabadán. Es muy listo, sí.

Y todavía le van a rezar y adorar bajo diferentes nombres. A estas alturas de la peli.



Ninguno lució tanto, eso cuentan, como Lucifer, y después se volvió oscuro, quemado, en su inútil lucha contra La Oscuridad y los designios superiores. Preferían observar la evolución de las Grandes Casas Comerciales.

Son lecciones del pasado, evitemos repetirlas.



No os queméis, corazones locos, y cuidar de vuestra alma peculiar; nunca dejéis de amar.

Los patos meten la cabeza bajo el agua, para comer; algunas personas que todavía transitan por este mundo deben de meter la cabeza bajo tierra, para no escuchar lo atroz que es su comportamiento.

Digo yo...



Poca gente es hoy día consciente del engaño mayúsculo que supone el dinero. Y cómo se fue perfeccionando con el paso de los siglos. Aparecieron las Letras de Cambio, eran algo escrito que hacían los escribas y utilizaban los templarios y los fariseos. Después aparecieron los billetes de banco. El papel, muy bonito y con imágenes de reyes y magnates, decía que el poseedor llevaba en su cartera ¿100 pesetas?, pero no cargaba ni con una suelta, metálica. Sí.



Y el truco de trileros funcionó, la gente tragó. ¿Porqué voy a cargar con 100 pelas si me sirve lo mismo un papelito? Y así hasta nuestros días, que han perfeccionado el engaño.

¿Dónde está la bolita?

Ahora las pelas van en una tarjeta o en el teléfono u ordenador del tipo que sea; pronto irán en una artesanía que usted llevará en el cuerpo.

Total, ¿para qué voy a cargar con el teléfono, verdad?



Un tonto hace cientos y esto lo saben muy bien los publicistas de las Casas Comerciales, y también que si la gente quiere tragar, comprar, un producto se lo quitarán de las manos. ¡Dinero digital!

Ya ni con papel tendrán que cargar los esclavos de esta modernidad actual.

Identificación digital, ¿se lo quiere usted perder?



¿Y cómo tienen el ojo? Me preguntan unas áulicas amistades, sobre los... besugos.

Pues depende...

¿Y de qué depende?

De como vayan cumpliendo con el calendario de prevención acromática así tendrán los ojos. En especial las chicas; los ojos, espejo del ánima, que veo en tantas mozas apagados por más que se maquillen estupendamente. Ojazos.

¿No se dan cuenta?



Si tiene usted por casa un billete de 50 pavos llévelo mañana a enmarcar.

En pocos años será una rareza, usted también, ¡sí!

Feliz día y disfrute usted con mi Fantasic-fi



Intangible

Intangible Cambios en el planeta natural. Amores luminosos, cariñitos pasajeros, que pasan por este mundo viajeros, peregrinos de Lo Inta...