A la orilla del río
Hola amigos, larga y preciosa es cada jornada otoñal, ¿verdad?
Sigo con el tema anterior: algunas cosas son tan pequeñas que te entran y tú ni lo notas y otras son tan enormes que tú entras en ellas sin saber qué son. Sin comerlo ni beberlo te puedes encontrar parasitado y envuelto en un juego diabólico.
Necesitamos ver más claro este asunto porque a mi el relato de la serpiente cabezuda y bichos montados sobre caballos con diferente pelaje no me gusta nada de nada.
Prefiero el de Teseo cazando al Minotauro; el del dragón o serpiente es un relato del tipo especial para producir desordenes mentales por asociación de imágenes hipnagógicas, alucinaciones al por mayor.
Mi tocayo Daniel fue de los primeros en utilizar este tipo de relatos: unos muchachos en Babilonia son condenados a ser arrojados a un gran horno y allí ser cremados pero...
Debemos estar mas atentos a los comportamientos programados, tenemos varios ejemplos en la memoria reciente. Cuando vemos a las masas humanas hacer lo mismo y al mismo tiempo, ¿les suena de algo? Por ejemplo: comprar rollos y mas rollos de papel higiénico, ¿y eso para qué fue?
Si observa algo así póngase en lo peor.
Procure entonces utilizar el teléfono lo mínimo posible y el ver la tele solo lo imprescindible. Y aún y con eso considere que seguramente la Matriz 3D estará machacando su individualidad; no se confíe.
Mientras no le corten el agua siempre podrá lavarse el pompis y lo demás.
La mayoría de las personas no somos conscientes ni de los viejos sistemas de Control Mental de la Matriz 3D ni de los nuevos de la Matrix, con los televisores, ordenadores y las I.A.
Antiguamente utilizaron los cultos, las leyes raciales y los libros “sagrados”, hoy día las cadenas de televisión y las redes sociales. Y otros muchos trucos sucios, oscuros, nefastos.
Si usted se siente incómodo, incordiado sin venir a cuenta y que pasa malas noches no es por lo que usted esté haciendo, ¡es por lo que podría llegar a hacer! Por ello le habrán puesto una señal para hacer diana en su pellejo.
Temen que usted se de cuenta de alguno de sus manejos y se lo eche a perder.
Recuerde esto siempre: tan solo les mueve el beneficio propio, nunca el comunal.
Cuando los cocodrilos cazan ejemplares de los rebaños que tratan de cruzar el río nunca comparten sus presas con sus vecinos, prefieren tragárselas casi enteras.
Incluso los lobos y los leones, para que usted me entienda, que son tan “malos” comparten lo cazado ¡entre toda su familia! Se ve la diferencia, ¿verdad?
Esos seres controladores no son capaces de comprender conceptos como Codicia, hambre de poder, egoísmo exacerbado, no, ¡pues están en su naturaleza como los colmillos en la boca del cocodrilo! De nada vale intentar razonar con ellos. No son humanos, que nos quede bien claro; ni siquiera mamíferos, dejarse de tonterías.
Para ellos este mundo es un fabuloso lugar donde hacer cacerías, solo tienen que sestear a... la orilla del río.