En la primera quincena del mes de agosto del año 2006 estuve como hospitalero voluntario en el albergue de peregrinos municipal de Nájera. Apenas llevaba dos años en funcionamiento y se puede decir que estaba como nuevo.
La ropa y las bicis había que tenerlas sobreojo pero no tuvimos el menor problema en aquellos días. Lo que sí ocurría era que la gente marchaba por la mañana olvidando cosas de todo tipo.
El cuchitril de los hospitaleros. Pues aunque parezca mentira nos las apañamos bastante bien la quincena completa.
Al añochecer venía casi todos los días un sacerdote para hacer una oración y meditación conjunta con los peregrinos. También recibimos visitas de tipos muy curiosos y por entonces conocidos en el mundillo del Camino, como Marcelino el peregrino paseante de La Rioja. (Que resulta que es de León y fuimos a la misma guardería infantil) Y otros tipos interesantes. Pena de no haber hecho mas y mejores fotos.
En el tema curativo como soy un manazas me limitaba a darles buenos consejos y ponerles a mano el botiquín. Existe un estupendo ambulatorio al otro lado del río y en caso de problema serio les acompañaba hasta allí.
Aproveché las mañanas para conocer mejor Nájera y su historia, muy interesante. Y los vinos estupendos.
Me gusta callejear por las zonas antiguas y después de unos días en algunos locales ya me saludaban: el rubiales de León.
También pasaba a la parte nueva a darme una vuelta. El alcalde y algún concejal se portaron maravillosamente cediendo un pabellón de deportes donde iba llevando a la gente que llegaba con el albergue lleno, y todos tan felices.
Como yo había andado ya varias veces este Camino Francés también me tocó dormir en algún pabellón o campo de balonmano.
Poco o nada habría podido hacer sin la inagotable hospitalera Marta, Marthy del Camino. Californiana de pura cepa pero que residía por entonces en Anchorage, Alaska, donde daba clases de español en su universidad. Con los pilgrims era mano de santo y les resolvía los problemas con paciencia infinita.
Llevaba como yo viniendo al Camino de Santiago desde el Jacobeo de 1999 y también le hacía ilusión hacer una estancia como hospitalera voluntaria.
Y este individuo con unos años menos. He vuelto a pasar por Nájera haciendo el Camino pero al hacerlo a finales de año he encontrado el albergue cerrado. No importa, les deseo el mayor de los éxitos a los compañeros que estén este año 2025 en el albergue.
Suerte que tuviste , viajar es aprender , vivir la vida y disfrutar de ella .
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