Facundia y prosperidad

Facundia y prosperidad

Hola amigos, mis mejores deseos de prosperidad para todos ustedes.

Les lanzo una iniciativa: ¿Acaso podríamos avanzar a la búsqueda de una Terra Incognita?

Primero tendrán que dejar de ser prisioneros de sus carnes. Atreverse a salir fuera de la caja, de su caverna, la madriguera del conejo, o como lo quiera llamar. O como diría Sócrates: dejar suelto al daimon y que salga de vez en cuando a darse una vuelta por el pueblo o el barrio; con cuidado de no pisar los charcos ni de caerse en los canales de agua para regadío.

¡Que procure estar siempre bien seco y limpito! Y los zapatos lustrosos. Nada de volver a casa manchado de barro o lodo (como si fuera un político)

Mientras sigamos aferrados al punt de vista del sentido común tragedias como la reciente en la provincia de Valencia nos sacudirán una tras otra.

¡Cuánto lodo hay por todas partes! Llovió y lloverá, y se moverán islas enteras y bien grandes; es lo que nos viene para los próximos años.

De poco sirve pelear y “perrear” por aquí y por allá; los controladores de este invento conocen con gran exactitud la proporción estadística de los inconformistas que habrá en cada crisis, por ellos provocada.

Es álgebra básica, sí. Cada uno ha de saber elegir sus batallas, con sus riesgos y posibles beneficios.

Por más que las calamidades nos parezcan lobos que vienen detrás nuestro, a la carrera, no debemos olvidar nuestra facundia natural ni perder la sonrisa sincera.

No se tome usted nunca demasiado en serio, no alimente a sus depredadores.

Ejemplo: Podríamos compilar unas I. A. para lelos, ¡sí!

¿Qué les parece la idea? Podrían comenzar a correr, funcionar, en los hospitales para atender a los pacientes, y en las universidades a los profesores. ¿Y eso porqué? Para ayudarles a discurrir un poco.

¿Usted ha conocido a algún soltero que fuera una buena ama de casa? No, ¿verdad que no? Seguro que no; yo sé de lo que hablo: es virtualmente imposible. Sí.

Si la casa es grande y hay muchas sirvientas podrá, el soltero, llegar a ser un buen mayordomo, tipo inglés o francés, pero no le pida más que el periódico por las mañanas.

De donde no hay no se puede sacar. Hombres...