Efímeras experiencias
Hola de nuevo, sigo inquiriendo que no ofendiendo al buen entendedor y amigo. A ver qué opinan de este asunto:
Se sigue negando a los vecinos nuestro derecho a decidir qué nos conviene y qué no, así iremos de mal en peor. Todo lo fían al dinero nuestros dirigentes, y a sus tenedores. Los Tenedores.
Unos seres ignorados, que no paran de trinchar pavo y faisán, deleitando sus gaznates con los caldos caros, carísimos, de las reservas de las mejores bodegas de la agraciada Francia.
Yo probé, una vez, un crianza de Pinot Noir, en una ocasión que anduve por Francia. Excelente, Mon Dieu. ¿Van visualizando el partido?
Comprendan ustedes que en semejante tesitura como la actual yo prefiera el lado de los leones que el de los... escabechados.
También me gustan los arenques, y el chicharro de tino.
Y ya no les digo lo que me ocurre con las anchoas; que paré una vez en Santoña haciendo el Camino de Santiago por la costa para desayunar una ración de ellas, sí. La gula me perdió y pagué las consecuencias subiendo a la Punta del Brusco.
Al llegar a Noja no lo hice con tres vinos, no, tuve que pedir un cuarto, ¡ja!
Lo pasé muy bien en Güemes, en la Cabaña del Abuelo Peuto, con el cura minero. Toda una experiencia las horas que pasé allí. Me desatrancó un cuento de mi libro Camino de las luciérnagas que llevaba años “en el barril”. Al día siguiente marché para Santander silbando y cantando.
Todos tenemos proyectos en marcha, algunos incluso bastante buenos, y unos pocos están parados o al ralentí. Pero si sabes lo que estás buscando sabrás cuando lo encuentres. El caso es tener varios; los cambios en la Matriz 3D harán que unos se activen y otros tengan que ser desechados.
Nuestras vidas son efímeras, aprovechemos cada día como un regalo.
Es así de simple.
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