Novedades
Ya está casi terminado el verano, y hemos podido completar todos los turnos en todos los albergues. Queda el otoño donde afortunadamente ya tenemos también completo el cuadrante, en noviembre volveremos a cerrar casi todos los albergues, y nos quedaremos como en años anteriores solo con 6 albergues abiertos durante el invierno. Gracias a todos los voluntarios por su trabajo y disponibilidad.
Una mala noticia, han vuelto las chinches. Desde este boletín quiero recordaros, que es parte del trabajo de los hospitaleros controlar a estos insectos. Sabemos que las chinches las transportan los peregrinos de un albergue a otro, que los peregrinos son sus víctimas y sus transportistas. Y que es nuestro trabajo como hospitaleros es procurar que no se queden en nuestros albergues. El control diario, principalmente a primera hora de la mañana, cuando marchen los peregrinos, es fundamental para buscar y eliminar las chinches, y que no tengamos plagas, para no tener que cerrar el albergue para desinsectar. Que no nos de vergüenza hablar del tema y compartir lo que cada uno hacemos para combatir estos “bichos” no deseados.
In Memorian
La hospitalera y amiga Ana Landa Martínez falleció el 8 de julio, a los 58 años de edad, tras una larga y dura enfermedad. Me la imagino con otros hospitaleros en el albergue “Grande”, aportando alegría con sus chistes y buen humor que era su gran leitmotiv. Descansa en faz mi loquita de la vida.
Una Colaboración Las 5:45. El despertador sonaba como cada día a la misma hora. Entre los compañeros acordábamos cada noche quién madrugaría para abrir al día siguiente, pero a mí me encantaba esa bonita sensación de despedir cada mañana a nuestros peregrinos. Me encantaban las charlas cargadas de legañas y bostezos. Los abrazos mañaneros y las sonrisas de despedida. Pero sobre todo me encantaba saludar a mis "hermanos".
Daniele me daba un fuerte abrazo y acariciándome la mejilla como cada día me preguntaba qué tal había dormido. Salvatore venía con un café napolitano recién hecho que me entregaba con una gran sonrisa y un abrazo. Madrugar merecía la pena por momentos como esos.
VOLUNTARIOS
Ese día había una gran cola de peregrinos deseando entrar y en nuestro afán de atenderlos a todos de la mejor forma posible, nos centramos en nuestras tareas sin pensar en el momento de descasar. Cuando quise dame cuenta eran las 18:00 de la tarde y estaba total y absolutamente agotada. Dos de nuestros compañeros habían desaparecido y Salvatore y Daniele no hacían más que echarme la bronca porque aún no había parado a comer ni a descansar. Ese día dormían en el albergue otros compañeros hospitaleros que venían como peregrinos y que cada 15 minutos se acercaban a preguntarme cuándo iba a sacar un rato para irme a tomar una caña con ellos.
Yo estaba totalmente desbordada. Me sentía imprescindible y estaba convencida de que si me iba a descansar aquello iba a ser un caos. Hasta que mis "hermanos" italianos me obligaron a levantarme e irme a descansar. Les expliqué todo lo que tenía pendiente y me subí a mi habitación. Aún no había comido y lo único que me apetecía era llorar, así que me senté y me dejé llevar. De repente, entre mis lágrimas apareció una idea, me pareció totalmente absurdo todo lo que estaba pasando. Necesitaba ayuda y no la había pedido. Estaba desbordada y no había sido capaz de decírselo a mis compañeros. La culpa de esa sensación la tenía yo, y yo era la única que tenía la solución. Me sequé las lágrimas, me lavé bien la cara y bajé a darle las gracias a mis compañeros. En ese momento el albergue estaba tan tranquilo que me cogí una cervecita y me senté a meter los pies en la fuente con un grupo de peregrinos que charlaban animadamente.
Contaban historias de personas raras que habían visto en el Camino y engancharse a la conversación después de unos días en el albergue fue muy sencillo, ¡tenía tantas anécdotas que contar! Reímos durante un buen rato y acabé contándoles que nos había llegado el rumor de que durante esos días vendría un peregrino en monociclo. De repente el chico que se sentaba a mi lado se giró levantando los brazos y dijo "¡Ya estoy aquí!". No me lo podía creer. Me invitó a probar el monociclo y, temerosa pero animada, accedí. Después de cuatro caídas y muchas risas acabé aparcando el monociclo para ir a tomar unas cañas con los hospitaleros peregrinos que llevaban toda la tarde esperándome. Volvimos justo a la hora de cerrar y mis compañeros me esperaban con los brazos abiertos para ir a cenar fuera con otra hospitalera peregrina. El cierre perfecto para aquel día.
Ese día fue uno de los más difíciles que pasé en el albergue y sin duda el día que más aprendí. Aprendí que no hay echarse toda la carga sobre los hombros, que los hospitaleros somos un gran equipo, una gran familia en la que siempre hay personas dispuestas a ayudar y a cuidar de los demás. Que es muy importante dejarse apoyar y pedir ayuda cuando la necesitas y que cada uno decide de qué color es su día. Tener un buen día sólo es cuestión de querer tenerlo.
Mª Isabel Corral, Ponferrada, agosto del 2014 (publicado en Hospedando 2015)
Convocatorias Encuentro anual de Hospitaleros voluntarios 2023
Bajo el lema “Yo soy para vosotros” el Encuentro tendrá lugar en Bujedo (Burgos), muy próximo a Miranda de Ebro, en los días 8, 9 y 10 de diciembre, comenzando el día 8 en la mañana, antes de comer, y cerrando la reunión el día 10 después del desayuno. Nos alojaremos en el monasterio de Santa María de Bujedo. Contamos con 140 plazas en el albergue del monasterio, en dos grandes dormitorios compartidos (no hay literas, son todas camas bajas). Este año, el precio para asistir es de 130€, para el alojamiento con pensión completa, dos desayunos, dos comidas y dos cenas, más los otros gastos que se deriven del Encuentro. Informaremos del modo de pago de esta cantidad, así como del resto de la información, horario, actividades, etc. les llegará fuera del Boletín de Hospitaleros a las personas que se inscriban.
Como en otros años, éste es el criterio para asistir: 1. Hospitaleros novatos que lo hayan sido en 2023. 2. Hospitaleros veteranos que lo hayan sido en 2023. 3. Hospitaleros veteranos que no lo hayan sido en 2023. Tanto los hospitaleros novatos como los veteranos ya pueden ir solicitando plaza para asistir al Encuentro desde el momento en que lean este boletín. Los hospitaleros novatos tienen como fecha límite el día 29 de octubre (domingo) para tener plaza confirmada directamente, por su calidad de nuevos hospitaleros; después del día 29, los nuevos hospitaleros que soliciten plaza, quedarán en lista de espera si ya se hubiera alcanzado el número límite para entonces. Se confirmará su plaza a vuelta de email.
Los hospitaleros veteranos ya pueden ir solicitando plaza desde el momento en que lean este boletín, aunque tendrán que esperar hasta el 30 de octubre (lunes) para que se les confirme su solicitud, y a partir de esa fecha, los veteranos que soliciten asistir entrarán en lista de espera si es que se ha llegado entonces al número límite. Se enviará un email a cada veterano confirmando su inscripción. En cualquiera de los casos, la fecha límite de inscripción, si aún quedan plazas, será el 30 de noviembre. El resto de la información con el contenido del encuentro, se enviará a primeros de noviembre a los hospitaleros que vayan a participar, no será a través del Boletín de Hospitaleros.
Se solicitará plaza (novatos y veteranos) a través del email manuelhosvol@caminosantiago.org Es importante que en el campo asunto de vuestros mails aparezca vuestro nombre y apellido, por ejemplo: Carmen García (quiere asistir al Encuentro en Bujedo). Estas simples acciones nos facilitan mucho el trabajo. Gracias. Curso de hospitaleros veteranos El curso de Primeros auxilios programado para el fin de semana del 29, 30 de septiembre y 1 de octubre, lo hemos suspendido por la baja solicitudes de hospitaleros en su participación. Han sido pocos los hospitaleros interesados en esta formación, y hemos decido suspender su realización. Esperamos en otras convocatorias, proponer temas de más interés para los hospitaleros.
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