Sé el mejor médico de ti mismo, Yatrogenia, Coronavirus y Pandemias.
Es un libro del filósofo Félix Rodrigo Mora, escrito en el mes de marzo de 2020, en pleno confinamiento. Es un análisis riguroso, oscuro, terrible, de la situación humana no solo en España sino también en todo el mundo.
Comprendo que escribiera, a ratos, con bastante mala leche pues aquella situación fue excepcional, anticonstitucional, varias operaciones de falsa bandera, una tras otra, que sacó lo mejor y lo peor de cada persona. (Balconazis, no os olvido)
Para Félix las "élites mundiales" están intentando crear una Nueva Era, pero no de Acuario, sino tipo 1984 y él como pensador combativo explica en el libro cómo luchar contra ese engendro elitista.
No soy del mismo modo de pensar que Félix; le conocí hace poco, en un Curso sobre El Comunal que dió en Villafranca del Bierzo, Albergue Ave Fénix; estuve haciendo compañía a Jato, el hospitalero.
Escuchándole y charlando con él le comprendes mejor que leyendo muchos libros: es un tipo que cree en el ser humano, incluso en el actual, a medio hacer. Yo no mucho.
Y como queda mucho por hacer en este libro Félix va dando ideas, muchas ideas, basadas en lo mejorcito de la filosofía europea, para intentar un cambio en la sociedad actual.
El Comunal, es una idea maravillosa que surgió en Europa tras el derrumbe del Imperio Romano. Félix piensa que fueron los vascos, que asimila a los baugadas, los que comenzaron a vivir de esa forma comunal cuando Suevos y Visigodos se disputaban la península ibérica, pues habían sido expulsados por los Francos del otro lado del Pirineo. Y tuvieron un éxito extraordinario.
Su época de mayor esplendor es el siglo XII, con los reyes Alfonso Fernández de León y su hijo Fernando Alfónsez de Castilla y de León.
Desafortunadamente el Comunal comenzó a derrumbarse poco después con el triste final del reinado del llamado Alfonso El Sabio. Su hijo Sancho Alfónsez tuvo que dar un golpe de estado y el sabio se tuvo que refugiar en Sevilla y Córdoba protegido por las tropas de élite del rey moro de Granada.
Una de sus últimas chifladuras había sido regalar a Portugal El Algarve, que pertenecía al Reino de León. Así, por que sí, porque había tenido un nieto portugués.
Su mala cabeza para la economía llevó a una ruina tras otra a sus reinos, ¿y de dónde sacar la plata? Pues del Común, de lo que pertenecía a Los Comunes. Así comenzó el expolio comunal y se repitió siglo tras siglo; Felipe II, otro ruinoso para su país, hizo lo mismo y en el siglo XIX ya le dieron la puntilla con las Desamortizaciones.
Lo Comunal no era solo montes y praderas, había de todo, fraguas, molinos, batanes, serrerías, panaderías, todo el ingenio de aquella época pues la gente trabajaba ¡para sí misma!
Era una economía moral, no jurídica como la actual (que deriva del Derecho Romano) Se buscaba la cooperación total y constante de todos los habitantes del territorio; normalmente la comarca. Los bienes públicos, municipales y estatales estaban completamente aparte. Se producía para el uso cotidiano, no para enriquecerse rápidamente. No se cambiaba de carro cada pocos años.
Cada sociedad es producto de un tipo característico de persona. Solo personas libres pueden vivir de modo comunal. El poder entonces es horizontal, distribuido entre todos, y se deciden las cosas de modo asambleario: los concejos. En estos días si hablas de esto te llaman, lo mínimo, medievalista pero El Comunal está recogido en la Constitución Española actual.
En El Comunal se dan tres tipos de propiedad: la Comunal propiamente dicha, la Familiar (cada familia puede tener sus propias fincas y negocios) y la Asociada (los socios deciden en qué invertir caudales y labores y todos reciben su parte anual) Es una idea para tiempos venideros; hacer ferias, muchas ferias, para intercambiar productos. Y que cada vecino sea capaz de vivir por sí mismo, su comunidad no le va a dejar tirado si le viene una mala racha.
Democracia directa, Que no tiene porqué limitarse al lugar, el municipio o la comarca. Adiós Capitalismo, adiós, y sus bancarotas continuadas. Evitar el dinero es la idea principal.
Ahondando en el libro Félix le atribuye, para mí, demasiada importancia a la China actual, a su influencia en el mundo (No son más que satélites del estado profundo yanki, y el país es un puro presidio) y demasiado poca a un estado tan espartano como se ha vuelto la Rusia actual (que no perderá la guerra que hay en curso)
¿Y qué pasa con Atenas? Digo con Europa, Félix va dando ideas, alguna muy erótica, de cómo se puede salir de este marasmo actual y producir un cambio radical. Espero que se logre sin tener que recurrir a los baugadas.
Muy recomendable este libro, sea usted el mejor médico de sí mismo, sea sagaz y desconfíe siempre de la autoridad, cuídese usted mismo y mande directamente a la mierda todo lo demás.
Como ejercicio de meditación personal, finalizando el curso, Félix nos propuso hacer cinco minutos de interiorización y escribir lo que se nos pasara por la cabeza, aquí está mi parte:
El ser humano nace en el mismo instante de su concepción, la unión del óvulo y el espermatozoide. A partir de ese evento surgen muchas posibilidades. En el embrión ya está todo lo que podrá desarrollar tanto en vida carnal como espiritual.
La muerte del ser carnal es un evento más. El ser humano continúa su proceso de aprendizaje, su consciencia permanece ya sea con cuerpos sutiles o nuevamente carnales. Todo en la vida es aprender y el cosmos es inagotable; se puede subir o bajar o establecerse en un tiempo y lugar, en un nivel de conciencia que se considere apropiado
¿Es posible en una única vida desarrollar todas las virtudes morales?
¿Limitarse a un par de ellas?
La bondad, por ejemplo, o la sagacidad.
Es un bonito dilema.
Gracias Félix Rodrigo Mora por compartir tanto de lo mucho que sabes y has experimentado.
En este enlace podrán descubrir más sobre este filósofo y estupendo escritor:
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