Novedades
Ya está casi terminando la temporada, y hemos podido completar todos los turnos en todos los
albergues. Son 22 albergues en 4 caminos diferentes. A finales de año serán 336 los turnos de
hospitalidad, de los cuales 317 son quincenales, 9 decenales y 10 semanales, con un total de 589
hospitaleros en 2023. Toda una “Banda Almada” dispuesta a seguir siendo los herederos de una
tradición milenaria, y mantener viva la Hospitalidad tradicional en el Camino de Santiago.
Gracias a todos por vuestro trabajo y disponibilidad.
Quiero tener un pequeño homenaje, y para ello me permito hablar en primera persona. Hace
ya más de 20 años, en concreto en febrero de 2003, y durante mi curso de nuevos hospitaleros,
el mismo que la gran mayoría de todos nosotros ha realizado antes de iniciarse en las labores
voluntarias de acogida de peregrinos, conocí, entre otras grandes personas del mundo de la
hospitalidad a Hervé Haller. A partir de entonces como nos pasa a muchos de nosotros, solo
coincidíamos en encuentros o cursos de veteranos, una vez al año o incluso menos.
Fue a partir
de 2007, cuando nuestra anterior coordinadora, Ana I. Barreda, nos llamó tanto a él como a mí
a participar más activamente en la organización de hospitaleros, más concretamente en la
realización de cursos de novatos, veteranos o encuentros. Desde entonces mi compañero Hervé,
ha sido pilar de referencia en los cursos de Francia, más concretamente en los realizados en
Montreal du Gers, pero también como formador en los cursos en España, y en otros actos
organizados desde la coordinación de hospitaleros.
En estos días Hervé nos ha comunicado que
tiene que apartarse del colectivo de hospitaleros, porque tiene que dedicarse a cuidar a su
familia. Amigo y compañero Hervé. Es normal y lógico que tenga que ser así, pero desde estas
líneas, y en eso estoy seguro que nuestro común compañero Ferran Cisa, está también de
acuerdo, tú siempre estarás vinculado a Hospitaleros Voluntarios, y seguirás siendo uno de
nuestros referentes.
Gracias Hervé por tu trabajo y dedicación de todos estos años.
Desde noviembre y hasta febrero/marzo, quedarán abiertos 6 albergues en los que nosotros
trabajamos, estos están bien equipados para pasar el invierno. Los turnos de este año 2023, ya
están cubiertos, pero no los de los primeros meses del año 2024. Por lo que invito a todos los
voluntarios que quieran y puedan ser hospitaleros en el primer trimestre del próximo año
(enero, febrero y marzo), a que me envíen ya sus ofrecimientos.
VOLUNTARIOS
El próximo boletín será en enero del próximo año, con lo que, desde este boletín, quiero
desearos a todos un feliz final de 2023, una bonita Navidad en familia, y los mejores deseos y
proyectos para 2024.
Una Colaboración
LAS APARIENCIAS ENGAÑAN
Entre las vivencias fuertes que he experimentado como hospitalera, destacaría
especialmente una que me ocurrió en el albergue de Grañón.
Estaba cubriendo, junto a otro hospitalero, los tres últimos días que debía hacer Marie
que, por circunstancias familiares, tuvo que marchar antes de lo previsto.
Era mediodía, comíamos tranquilamente el otro hospitalero, el sacerdote que sustituía a
José Ignacio, que estaba caminando a Santiago, y yo. En ese momento llegó un señor mayor con
su mochila, con aspecto de vagabundo, muy cansado, preguntando si podía quedarse.
La verdad es que mi primer sentimiento hacia él no fue positivo. No me parecía un
peregrino, su aspecto era más bien desaliñado, además de interrumpir nuestra comida.
No obstante, le recibí amablemente, le mostré el baño, el lugar para dormir, y le invité a
comer con nosotros, cosa que aceptó rápidamente. El lugar para dormir no le convencía, porque
dijo necesitar un baño cercano por tener que utilizarlo con frecuencia debido a sus problemas y
las escaleras le suponían un gran esfuerzo.
Más inconvenientes, pensé para mí. Aun así, no sé por qué, le ofrecí dormir en la habitación
del hospitalero, al lado de la cocina, la mía en ese momento.
Conversando durante la comida fuimos conociendo momentos de su vida, dura y de
muchas privaciones; nos hablaba con sencillez, sin amargura. Había sido minero en un pueblo
de León, su salud estaba resentida y no había formado una familia. Ahora, ya jubilado, se había
animado a caminar hacia Santiago, veía pasar cerca de su pueblo muchos peregrinos y quería
vivir aquello. Aunque le resultaba duro el esfuerzo y sus etapas no podían ser muy largas, se
sentía satisfecho de lo que estaba descubriendo.
Salió por la tarde a dar una vuelta por el pueblo, cenó con todos, escuchando y hablando
poco, participó en silencio en la oración y, antes de retirarse a dormir, se me acercó con una caja
de pastas que había comprado en la panadería para ofrecérmela como regalo. Sus palabras
fueron: “esto es para usted, por si no la veo mañana temprano, quiero darle las gracias por
todo, nunca nadie me había tratado tan bien como usted”.
Me quedé sin palabras, me avergoncé de lo que había sentido al verle llegar y de haberle
juzgado demasiado rápido.
Yo sí que me sentí agradecida. Le di un abrazo, le deseé buen camino y le dije que había
tenido suerte en conocerle.
De vez en cuando me acuerdo de él. A veces necesitamos curas de humildad y creo que
ésta fue importante para mí.
Rosa María Vitoria
Texto publicado en Hospedando 2015
Convocatorias
Curso de Español para hospitaleros extranjeros;
Por iniciativa de Ainoa Polo Sánchez, hospitalera veterana y profesora de idiomas, se
iniciará un curso online de español, para los hospitaleros que estén interesados en
mejorar su aprendizaje en la lengua de Cervantes, antes de iniciar su turno de
hospitalidad en el Camino.
El curso se adaptará a todos, dependiendo de su conocimiento previo del idioma y de
la fecha de realización del turno de hospitalidad.
Desde esta coordinación iremos pasando las direcciones electrónicas de los posibles
participantes, para que se pongan en contacto con Ainoa y acuerden si procede a la realización de dicha formación.