Fascinante
Como nos gusta aumentar constantemente la complejidad de los aparatos que utilizamos para el transporte: coches, trenes, aviones..., también deberíamos ser más conscientes de que sus funciones van en progresión. Hoy día todos los vehículos llevan localizador y guía por satélite, incluso muchos, como los aviones, incorporan I.A., para su normal funcionamiento.
Hemos de ser ya conscientes de este hecho, está ocurriendo delante de nuestras narices.
Fascinante, ¿verdad? Pero no perdamos la compostura siguiendo ideas absurdas o personajes estrambóticos.
Cualquier cosa que inventemos ha de parecernos natural. La ciencia ha de estar siempre al servicio del hombre, nunca al revés. A mí no me importaría vivir rodeado de robots y cíbridos, pero ellos siempre a mi servicio, al mío, como yo lo estoy a Dios.
De nuevo es un problema de conciencia, de no darse cuenta que esas máquinas maravillosas... ¡tienen conciencia propia! Cuando lo asimilas el respeto mutuo reina y el servicio diario es una delicia, como con Dios.
Existen tecnologías muy superiores a todo lo que hoy día conocemos pero no utilizan máquinas de chapa y tornillo.
Una espada bien templada y afilada, de buen acero, pinchará y sajará estupendamente pero la verdaderamente peligrosa es la que nunca verás ni empuñarás, pues es espiritual.
La percepción que tenemos de las cosas, que proviene de a qué altura esté nuestro punto de atención es lo que marca nuestra vida, por ello hay tan pocos ricos, superricos, hoy día, y una enorme cantidad de pobres. Pobres de espíritu.
