Atención frotadores, ¡ondas de
choque! ¡ondas de choque!
Una novela de ciencia ficción que
publiqué en el año 2013.
Un grupo de profesionales, jóvenes con
experiencia laboral en sus respectivos campos, son captados por
cazadores de cabezas para participar en un experimento secreto y de
la mas alta prioridad y exigencia. Un viaje espacial.
Los primeros días creerán ser los
concursantes de un programa tipo Gran Hermano o algo similar, ¡pero
nada más lejos de la realidad!
Y lo más interesante de todo:
posiblemente en estos momentos se esté llevando a cabo el
experimento relatado y nosotros no tendremos noticias hasta que
presenten los resultados la Agencia Espacial Europea.
Leyendo esta novela usted se habrá
adelantado a los acontecimientos.
Comencemos con El Proyecto Aurora...
En la banda de la derecha del blog puede acceder a la librería de Amazon y hacerse con una copia digital o papel.
Hola amigos, ¿qué tal va todo? Parece
casi inexplicable que sigamos así. Atentos a esto:
Las centollas se han de cocer siempre
boca abajo, ¡no les deje que se den la vuelta! Sí.
Estoy en un bar y pido de pincho:
¡Toreras!, un par de ellas, por lo menos, sí; hay que poner algo
picante en la vida diaria. ¿Qué se me ha venido a la cabeza mirando
la tele?
¿Piensa usted que voy a escribir algo
sobre las hembristas? Pues no, no me interesan los tíos con
bragas, ni tampoco los... ornitorrincos. Tampoco escribo sobre
alienígenas, a no ser en una novela de ciencia ficción.
No recuerdo muy bien pero la primera
chica que me besó tenía algo de bigote pero era, entonces y ahora,
unas cien mil veces más femenina que esas ultraprocesadas,
parasitadas, transgénicas, que intentan hacerse pasar por mujeres.
Terrícolas.
Solo pelean por dinero (es su droga)
Corazones huecos que en su bajo vientre acumulan fracasos y abortos.
No ven quienes están al final de la cuerda, los que manejan la caña,
y ellas se tragan el gusano, el anzuelo y hasta el corcho si viene a
mano.
¿Quienes manejan el dinero de este
mundo? Todo el dinero. Ellas creen manejar ideas novedosas pero no
son mas que marionetas muy bien controladas.
Algún día, ya finadas seguramente,
cuando vuelvan a La Luz, se toparan tanto con los unos como con los
otros. Con los amados y a los odiados, y con sus Controladores,
ignorados.
¿Es por baja conciencia o por falta de
amor ese comportamiento pretendidamente femenino?
No lo sé, que Dios las juzgue y que
tengan un buen destino. En este mundo o en cualquier otro.
¡Sí! Vale, yo una vez me comí una
centolla.
Lo asumo, soy y seré varón, y
no solo en modo carnal.
Desde el mismo
instante de la concepción el alma nueva será Varón o será Varona,
no cabe equivocación alguna. Esto es así, lo diga el rey o el que
le cuida los cerdos.
Por cerrar el tema: ¿Es que ya no os
acordáis que se le dice “cordero” a eso de lo que cuelga
el... cencerro?
Espero que la mayoría de ustedes no se
mosquee conmigo pero sé que tengo amigos que son peores que un menú
de hospital y amigas más cansinas que una vaca sin esquila. Siempre
me pillan, me pillan y me vuelven a pillar.
Ellas me entenderán, en eso confío.
Hay algo nefario en el ambiente; hay
unas gentes nefastas que siguen empeñadas en destruir Rusia a costa
de arruinar Europa. Mala gente, genocidas, los dueños del Capital.
Tengan cuidado con ellos.
Hola, hola, amigos, ¿cómo está de
alborotado el patio, verdad?
Noto en la gente del barrio como si
presintieran algo, algo chungo por llegar; tal vez un gran terremoto.
Los bares parecen gallineros con tanto pollo y tanta... Pero a la vez
están apáticos, apenas se arreglan, se afeitan, desastrados...
¿Usted nota algo similar? ¿Porqué
hablan todos a voces? ¿Qué tienen que contar, tan importante, que
han de subir constantemente la voz? Siempre están pendientes del
dinero y del qué dirán.
Comprenda que los bellos ideales solo
sirven para componer pesadas óperas, como Fidelio de Beethoven, pero
los cambios los producen los napoleones. Igual ya hay uno circulando
por ahí.
El parasitismo que lleva soportando el
género humano, desde hace miles de años, seguramente no tiene
paralelismo en ningún otro lugar del Universo. Se suceden los
eventos dramáticos y lo que hacemos es acusarnos los unos a los
otros, sin mirar a los que nos están manipulando.
Y a mayores les tomamos por ángeles,
tronos, potestaes, dioses, y no se cuantas tonterías más.
No tiene visos de encontrarse remedio a
este asunto. Yo al menos no lo veo, en varios cientos de años en
adelante, mientras sigamos llevando una venda en los ojos, y orejeras
para no escuchar.
Hay demasiada gente parlante, creyente,
orante, de fe ciega, neuromodulados, e incluso... ¡canalizadores!,
sí, haciendo vídeos y escribiendo en revistas y periódicos. Y se
quedan tan orondos sin mirar al bicho al
que le están dedicando su
atención. Los bichos que de nosotros se alimentan.
A este paso en pocos años habrá más
perros y gatos en las ciudades que humanos. Yo amo a los perros y
evito a los gatos, ¡como a la peste! Pero pronto me veré incapaz de
entrar en casa de vecino alguno pues todas atufan a lo uno o a lo
otro; e incluso a ambos.
¿No prefieren criar canarios? Así
llenaran su casa de alegría y buen humor en vez de ladridos y
maullidos...
Amiseriados van a terminar dando de
comer y limpiando las caquitas de sus mascotas, si no le ponen
remedio pronto.