Mesías, de Gore Vidal
Novela publicada en el año 1955,
aunque la edición que yo he releído es del año 1965.
Doce años después del final de la II
Guerra Mundial por los cielos de muchos lugares de Norteamérica se
ven pasar unas misteriosas burbujas luminosas. Incluso sobre la
capital Washington D.C.
El gobierno responde a la alarma con
explicaciones de lo más variopinto o el silencio administrativo.
Tenemos una sociedad, la yanqui,
atrapada en un tremendo materialismo emocional que ¡exige! Que el
estado o alguien les resuelva sus problemas personales, ¡de cada
uno! Pues además son muy individualistas.
Los individuos tan solo desean creer,
sentir, conocer sin discurrir.
Necesitan entonces un … místico que
les guíe.
Eugene, el relator, conoce en casa de
la ricachona Clarisa a Iris, y con ella escuchará hablar de un tal
John Cave.
En un giro del relato el escritor vive
ahora en Egipto, en Luxor, desde hace 20 años, ya es un anciano,
cuando a su hotel llega un predicador de La Palabra Cavita. La del
nuevo Mesías: J. Cave.
Y él, Eugene Luther, el redactor de Su
Testamento descubre que nunca existió.
Han escrito otro nuevo y él no figura
en parte alguna; así pues le da por rememorar los días en compañía
de Iris, en el sur de California, cuando conoció a J. Cave.
Un tipo cuyo mensaje se resume en la
frase: Morir es bueno.
El tipo trabaja en pompas fúnebres,
adecentando a los finados. Es un filón este psicópata suicida.
Ahora necesitan a alguien que les
prepare las campañas de publicidad.
Cave es un “contactado con no sabe
que tipo de seres”. Tan solo “escucha voces en su
cerebro”.
J. Cave es un tipo prefabricado,
programado, para ser un ídolo de masas y Luther pondrá la
literatura necesaria.
Crearán una religión al mejor estilo
yanqui, ganando toneladas de dinero.
Y la distopía irá a más, y a más...
Hay demasiada gente en este mundo, hay
que buscar La Solución Final.
Gore Vidal fue un buen escritor, tengo
más obras suyas, pero como pega le encuentro que le encantaba
rellenar páginas y más páginas sin contar nada de nada. Con esta
obra se hizo famoso entre la llamada Generación Beatnik y se le
considera uno de los iniciadores de la llamada Edad de Plata de la
Ciencia Ficción. La edición que yo tengo en casa es una adaptación
a la Generación Hippie. El mensaje es el mismo: ¡Suicidaros! Como
os plazca, pero hacerlo, gente inútil...
Ni que decir tiene que el autor era un
firme partidario de la Eugenesia de las masas humanas.