La mirada bovina y el desatino constante


La mirada bovina y el desatino constante


Hola amigos, hoy estoy por sacudir un poco el avellano y que lluevan perdones.

Veo a muchos parroquianos caminando cansinos por el barrio y entrar mugiendo en los bares como vacas que estuvieran pariendo.

¿Qué os pasa? Inquiero.

Es como si llevaran el mundo a cuestas.

¿No podéis dejar el móvil en casa? Sugiero, por aligerar alforjas.

Agachan las orejas, da igual lo que les digas y a la menor ocasión te empiezan a enseñar vídeos de perritos o de chinorris haciendo… lo suyo.



Aun recuerdo, ¿usted también?, cuando salían las enfermeras haciendo el paripé. Muy guapas ellas. Incluso vestidas con bolsas de basura.

¿Eso de qué iba?¿Era para adelgazar? Pues vaya sudadas se llevarían.

¿No habría sido mejor que... jugaran a los médicos?

Lo digo por lo de... sudadas.



Quedan pocos días para las Olimpiadas de París... ¿y estamos así?

Citius, altius, fortius. Me parece que esto último tan solo las chicas lo comprenden; así están saliendo de altas y guapas. Rápidas soltando guantazos a los abusones, y además prestas a asimilar ideas nuevas y llevarlas a cabo. Manifestarlas como algo palpable, consistente.



Cambios en la Matriz 3D, ¿qué hacer?

Hagamos caso a las mujeres y tendremos un lecho donde dormir y algo con lo que rellenar la panza. Lo digo por “los vacas” que siguen todo el santo día con la cabeza al pasto y soltando unas buenas boñigas.

¿No es acaso la curiosidad uno de los mayores dones del ser humano? Aún con un pie en el estribo se puede fantasear con alguna aventura.

Desatinar sin ocasión, como decía Don Quijote.

Os animo a hacerlo en cualquier momento, aunque el resultado sea una boñiga como el sombrero de un segador.


Invasiones predecibles


Invasiones predecibles


Hola amigos, continuo con lo anterior.

Todo en la historia humana, conocida y por conocer, son un buen montón de cuentos y mitos, mistificaciones, y en ello los europeos somos los campeones. Prácticamente todo lo que tomamos, hoy día, por histórico son un buen montón de cuentos; cuentos de curas sobre todo. Se lo dice un cuentista.



Los Merovingios, Los Borbones, Los Nazis, los... que ustedes quieran surgieron de un buen montón de abono, de cuentos, que inventamos los humanos para escapar del aburrimiento producido por la vieja Matriz 3D, alias la Inamovible. Que era tan inmutable como las Pirámides de Egipto; se han deteriorado con los milenios pero siguen ahí, imperturbables, basadas en el Número Pi, Π, 3.14.



Necesitamos nuevos cuentos y relatos que no estén basados en cosas inamovibles, invariables, ¡algo novedoso! Que esté abierto a lo mágico, lo prodigioso. Asuntos mutables, relaciones variables basadas en El Amor que surge del Corazón. Estar atento a los cambios.

Vivir en una renovación constante no está al alcance de cualquier hombre, las mujeres son más flexibles en este asunto. ¡Las modas! Eso, eso, hay que cambiarlo todo, renovar el armario y el zapatero, ¡todo nuevo! Sí.



El Príncipe de Lampedusa, Burt Lancaster, viene en mi ayuda y me sopla al oído: ¿No ves qué guapa está Claudia Cardinale? Hay que cambiarlo todo... para que todo siga igual...

Pero... y ahí me sale el ferroviario que soy y me dice: no será todo tan igual; de las máquinas de vapor se pasó a las eléctricas y de estas a la Alta Velocidad, y de estas...

Iremos a Saturno, ya te digo.

En parte me doy la razón, la historia humana, la verdadera, no es exactamente cíclica, tiene giros que producen similitudes; ahora estamos en un evento parecido al que produjo la caída del Imperio Romano de Occidente.



Como este mundo occidental funciona a base de una droga que llamamos dinero mientras siga fluyendo la especia se irá sosteniendo; en el momento que pare, por la causa que sea, se irá abajo todo el invento. Con sus coliseos o campos de fútbol, estadios olímpicos, sus pabellones para peleas variadas o baloncesto, el todo vale, en fin todo eso.

Mientras fluya la especia, y sucedáneos digitales, se podrá seguir sangrando al Gran Gusano que llamamos Planeta Tierra y nos irá medianamente bien.

No faltará carbón, petróleo, gas, y todos los minerales que nos resulten necesarios para nuestra desnortada y ávida civilización. Basada en una Ciencia sin Conciencia.

Sí, bueno, la mayor parte de esas riquezas gratuitas se gastarán en una guerra tras otra hasta la... extinción final o la paz mundial, o algo similar. Las Grandes Casas tienen que caer.

O igual no.


Invasión silenciosa


Invasión silenciosa


Hola amigos, un nuevo comunicado... ¡sin ánimo de polemizar!

Cuando hace cuatro años escribí que a partir de 2024 la música popular volvería al romanticismo, a las canciones de amor, desesperado o triunfante, me soltaron lo de siempre: ¡Eso es ciencia ficción!

Todo será perrea, perrea, y reguetón... Una degeneración continuada...

Pues no.



Se irá a un romanticismo musical, que ya no será el de Julio Iglesias y Camilo Sexto, pero será.

Incluso están regresando las Canciones Marineras. En fin, ¡más se perdió en Cuba!

Pero no perdimos El Corazón; sigue brillando, latiendo, guiándonos a dar buenos pasos y a tener estupendas experiencias. Y cantando en español.



Por cierto: ¿qué tal si me dejara crecer la barba? Recuerdo aquellos años universitarios cuando mis hermanos me llamaban Miguel Strogoff; por que decían que me parecía al actor de una famosa serie de televisión. Resulta que yo de ruski tengo lo mismo que de tártaro, esto es nada de nada. Y no quiero problemas con los orientales.

Entonces: ¿qué hacer? Hay días que estoy por irme a vivir al Monte Auseva, como hizo Don Pelayo. Era un pelayín de poca estatura pero con un corazón que no le cabía en el pecho. Se reveló, se echó al monte, y la armó, sí, armó la Marimorena y... ¡se le apareció La Virgen!

¿Podría volver a suceder?



Don Pelayo echó a los moros de Asturias y don Pedro de Cantabria, así pues: ¿alguno se anima?

Me da lo mismo Potes que Cangas de Onís, el caso es comenzar... La Reconquista.

Todavía tengo voz para sumarme a un coro de canciones marineras.

No estoy incitando a matar gente, que conste. Es caminar en el sentido de los cambios, para que nos sean favorables cuanto antes.

Solo pido que vayamos siendo conscientes de esa invasión, cada vez menos silenciosa. Con la gente que no come torreznos poco se puede tratar; es mi opinión. Y las noticias me darán la razón.

En fin, que sea lo que Dios quiera; remedios vendo que para mi no tengo...


Otra mirada al Camino de Santiago

Una mirada nostálgica al Camino de Santiago mediante un fotomontaje musical, lo hacemos caminando; en verano por millares en invierno cuatro...