Indebida influencia


Indebida influencia


Hola amigos, ¿cómo estamos? Ladran luego cabalgamos.

Hoy me pregunto si con mis charlitas no estaré intentando ejercer una influencia indebida en ustedes.

Desde que me prejubilaron tengo suficiente tiempo libre para dedicarlo a cosas interesantes, como el ajedrez o la filosofía. Pero el ordenador me gana todas las partidas, ¡siempre!, y donde mejor discurro es... en el cuarto de baño.

Así pues, ¿qué hacer?, ¿qué prefiero en estos momentos?, ¿buscarme problemas o algo que me haga sentir eufórico?, ¿hay algo que aún no haya pensado?, ¿que no les haya compartido?



Observo gente atemorizada, en las redes sociales, por la aparición de las I. A. Yo, en cambio, lo encuentro divertido, casi encantador. Ya he hecho alguna chapucilla básica como el cielo de la foto que tengo detrás. Una I. A. me llenó el cielo de nubes sin alterar lo demás. Ya haré más cosas chachipirulis con otras.

¡Ah!, ¿que usted puede perder su trabajo y salario por causa de una de esas cosas?

Tal vez es que no valga gran cosa y sería mejor que se quedase usted en casa, ¡pintando nubes!

O que se lo hagan las I. A., directamente; así usted, rey mío, tendrá mas tiempo libre para dedicarlo a... ¿jugar al ajedrez? ¿filosofar en el retrete?



Yo es algo que ya llevo por delante, lo mío es la anticipación.

No olvide esto: le queda a la vista, en los próximos años, un mar de extrañezas y una singladura apasionante.

Tendrá usted tiempo para pensar en el sentido de la vida y aceptar un amor no posesivo, ¡seguro!

Disfrute... no tendrá nada pero... será feliz.


Música bárbara


Música bárbara


Hola amigos, otra de mis charlas diarias.

No sé si a ustedes les pasa algo similar: ya Platón se quejaba de la “música bárbara e invasora” de los Tracios; que se hicieron muy populares en su tiempo. Después llegarían Felipe y Alejandro de Macedonia, y ya no había nadie que se quejase, ¡adiós amores platónicos!.

A mí me ocurre algo similar con el reguetón y la arábica mix; no quiero imaginar lo que viene a continuación.



Los cambios van lentos pero hay una mejor claridad; no se escondan y anden derechos, confiados por la vida. Menos palabrería y mejor acción constante. Procure dedicar su atención a aquello que mejor se le de, aquello para lo que sirve.

En mi caso es escribir, y procuro hacerlo todos los días, como están viendo. Y dejen que su mente vaya percibiendo cosas nuevas; atrévanse a soñar, a soñarse mejores, mejores en todos los aspectos comenzando por lo físico, lo carnal. Véanse bellos, pues realmente lo son.



Sus ideas sobre el futuro cambiaran a mejor. Sea mas creativo y encontrará belleza por todas partes.

Estamos todos sincronizados en una misma banda de frecuencias, la vieja Matriz, pero poco a poco nos va llegando energía de una banda de frecuencias superiores, y tenemos que aprender a asimilarla.

No es fácil, lo sé por experiencia propia; hay muchos conflictos tanto en las de arriba como en las de abajo. Nosotros como mucho vemos tormentas solares, y eso los que somos aficionados a la astronomía y a la Música de las Esferas.





Incertidumbre e inteligencia


Incertidumbre e inteligencia


Hola amigos, confío en que estén todos muy bien.

Una de las maneras que yo uso para distinguir a las personas inteligentes de las demás es observar su capacidad para gestionar la incertidumbre; cuanto más de esto es capaz de soportar más inteligente es el ser.

No digo que la busque a propósito sino que si aparece un día, en el asunto que sea, sepa manejarse adecuadamente.



Esto no es algo de tener sentido común, es capacidad de supervivencia, y o se tiene o se carece de ella. Se suele tener, hoy día, por inteligente al “cerebrín”, al que tiene enciclopedias enteras en su cerebro; pero la experiencia que me dan los años me dice que ese tipo de personas en cuanto se enfrentan a algo de incertidumbre, un tres por ciento o algo así, comienzan a fallar, a dudar, ¡incluso de sí mismas!

Se pasa mal al lado de este tipo de personas; en cambio las que apelan a la veteranía, a la intuición propia, a la zorrería si es necesario, casi siempre libran por mal que se pongan las cosas.



Yo les animo a utilizar las I. A. ¡Sí!

Pero siempre recuerden esto: A los “cerebrines” le sienta muy mal la incertidumbre; si consulta a alguno haga preguntas escuetas y no se repita con las mismas esperando respuestas diferentes. Eso es algo que tan solo está al alcance de... su mamá. Mejor es consultar una segunda y tercera opinión si no tiene a su mamá a mano.

Compréndanme: siempre me he mostrado irreverente, irritante muchas veces, con los eruditos “cerebrines” que he topado en ocasiones. Y me temo que, con la edad, me esté volviendo uno de ellos.

Avísenme si me notan en ese plan.




Intangible

Intangible Cambios en el planeta natural. Amores luminosos, cariñitos pasajeros, que pasan por este mundo viajeros, peregrinos de Lo Inta...