Incertidumbre e inteligencia


Incertidumbre e inteligencia


Hola amigos, confío en que estén todos muy bien.

Una de las maneras que yo uso para distinguir a las personas inteligentes de las demás es observar su capacidad para gestionar la incertidumbre; cuanto más de esto es capaz de soportar más inteligente es el ser.

No digo que la busque a propósito sino que si aparece un día, en el asunto que sea, sepa manejarse adecuadamente.



Esto no es algo de tener sentido común, es capacidad de supervivencia, y o se tiene o se carece de ella. Se suele tener, hoy día, por inteligente al “cerebrín”, al que tiene enciclopedias enteras en su cerebro; pero la experiencia que me dan los años me dice que ese tipo de personas en cuanto se enfrentan a algo de incertidumbre, un tres por ciento o algo así, comienzan a fallar, a dudar, ¡incluso de sí mismas!

Se pasa mal al lado de este tipo de personas; en cambio las que apelan a la veteranía, a la intuición propia, a la zorrería si es necesario, casi siempre libran por mal que se pongan las cosas.



Yo les animo a utilizar las I. A. ¡Sí!

Pero siempre recuerden esto: A los “cerebrines” le sienta muy mal la incertidumbre; si consulta a alguno haga preguntas escuetas y no se repita con las mismas esperando respuestas diferentes. Eso es algo que tan solo está al alcance de... su mamá. Mejor es consultar una segunda y tercera opinión si no tiene a su mamá a mano.

Compréndanme: siempre me he mostrado irreverente, irritante muchas veces, con los eruditos “cerebrines” que he topado en ocasiones. Y me temo que, con la edad, me esté volviendo uno de ellos.

Avísenme si me notan en ese plan.




La orientación correcta


La orientación correcta


Hola amigos, continuo reflexionando, ahora me da por ahí.

Les hago otra pregunta: ¿Sabe usted orientarse correctamente? Sin brújulas ni artefactos.

En 2D supongo que sí o chocará de continuo con esto y con lo otro. ¿Y en 3D? ¿Se pierde en el campo e incluso en la ciudad? Pues si es así mal vamos.

Yo es que aprendí orientación de chaval, con la O.J.E., y no he olvidado los principios básicos; así pues rara vez me he despistado incluso en montañas complicadas como Los Picos de Europa.

Aprendí con los pastores.



¿Sabría usted orientarse en 4D?

Seguramente lo tendría difícil pues apenas tenemos nociones de esa geometría superior y cambiante. ¿Y en el tiempo? ¿Se orienta bien? Pasado, presente y direcciones divergentes

¿Sí, bien? ¿O las ucronías y distopías son demasiado para su comprensión actual?

Ya aprenderá un día de estos, que a la fuerza ahorcan.

Pero, seguramente, será usted creyente de algún culto particular y antiguo que recuerda sucesos de hace cientos y miles de años. ¿Estaba usted allí cuando sucedieron esos eventos que relatan los libros? ¿No?

Pero confía en lo que relatan, que son verosímiles.



Puede que yo les resulte algo distópico pero es que con los años me he ido dando cuenta que las cosas pueden variar de un día para otro una barbaridad, así pues aferrarse a creencias, ideas, teorías o hipótesis no bien verificadas me parece algo suicida.

Fuera de la caja se da cuenta uno de algunas cosas; por ejemplo: que el Cristianismo actual se parece al original como el huevo a la castaña; por ponerles un ejemplo.



A mi modo de ver con un único culto y gobierno sobra para toda nuestra humanidad, y digo bien: sobra. Y todos ustedes lo saben de... sobras.

Dejemos de ser tan aldeanos y cortoplacistas, por Amor de Dios.

Y entonces iríamos en... la dirección correcta.

Piense usted globalmente y actúe localmente, es un buen consejo.




Pensar fuera de la caja


Pensar fuera de la caja


Hola amigos, una reflexión que comparto con ustedes, una más.

Pensando fuera de la caja se me ocurrió esta reflexión: ¿recuerdan a Bobby Fischer? El genio del ajedrez de los años 70. ¿Recuerdan cómo revolucionó los campeonatos con su visión periférica y cómo descubría las partidas amañadas?

Pues percibiendo, como yo lo llamo, fuera de la caja.



Discurriendo de este modo expresiones como “el Final de los tiempos” carecen de sentido, a no ser el poético. El fin de una cultura, una civilización, incluso de esta humanidad, es algo plausible pues no deja de ser un evento que sucede de continuo en el Universo.

Estrellas que se comen su sistema solar, o lo destrozan con una explosión estelar es algo común; según han descubierto los astrónomos.



Pero, ¿y qué pasa con la gente? Buena pregunta, ¿verdad?

La gente, cuando se queda sin hogar, se va a otro lugar para levantar uno nuevo. Esto es de cajón, como decían mis abuelas, así que saque usted su cabeza de eso mismo, no la esconda ya más, y comience a cavilar en todo lo que es usted, el verdadero y auténtico usted mismo, persona humana, terrícola, y qué se podría llevar a otro lugar para continuar con su historia personal.

Con el paso de los años iremos viendo más y más personas que han perdido su casa y tienen que migrar a otro lugar.

Piense en ello.



¿Observa el tablero? ¿Ve usted la jugada? ¿Percibe claramente su posición actual?

Sí, Bobby Fischer ya ha visto las cinco jugadas siguientes antes de que usted pestañee.

No se angustie, el tipo era un genio, y hay muchos Bobby geniales en los sentidos espirituales que ayudaran llegado un momento de crisis total.

Usted tan solo medite un minuto qué de personal, de suyo auténtico, se podría llevar a otra parte, de este mundo o de cualquier otro.

Examine sus sentimientos y vaya desechando cosas; también sus conocimientos, los que puede manejar con los ojos cerrados, rememorar en no importa qué lugar y con ellos orientarse correctamente. ¿Le serán útiles en caso de tener que emigrar?

Buen Camino.



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