La orientación correcta


La orientación correcta


Hola amigos, continuo reflexionando, ahora me da por ahí.

Les hago otra pregunta: ¿Sabe usted orientarse correctamente? Sin brújulas ni artefactos.

En 2D supongo que sí o chocará de continuo con esto y con lo otro. ¿Y en 3D? ¿Se pierde en el campo e incluso en la ciudad? Pues si es así mal vamos.

Yo es que aprendí orientación de chaval, con la O.J.E., y no he olvidado los principios básicos; así pues rara vez me he despistado incluso en montañas complicadas como Los Picos de Europa.

Aprendí con los pastores.



¿Sabría usted orientarse en 4D?

Seguramente lo tendría difícil pues apenas tenemos nociones de esa geometría superior y cambiante. ¿Y en el tiempo? ¿Se orienta bien? Pasado, presente y direcciones divergentes

¿Sí, bien? ¿O las ucronías y distopías son demasiado para su comprensión actual?

Ya aprenderá un día de estos, que a la fuerza ahorcan.

Pero, seguramente, será usted creyente de algún culto particular y antiguo que recuerda sucesos de hace cientos y miles de años. ¿Estaba usted allí cuando sucedieron esos eventos que relatan los libros? ¿No?

Pero confía en lo que relatan, que son verosímiles.



Puede que yo les resulte algo distópico pero es que con los años me he ido dando cuenta que las cosas pueden variar de un día para otro una barbaridad, así pues aferrarse a creencias, ideas, teorías o hipótesis no bien verificadas me parece algo suicida.

Fuera de la caja se da cuenta uno de algunas cosas; por ejemplo: que el Cristianismo actual se parece al original como el huevo a la castaña; por ponerles un ejemplo.



A mi modo de ver con un único culto y gobierno sobra para toda nuestra humanidad, y digo bien: sobra. Y todos ustedes lo saben de... sobras.

Dejemos de ser tan aldeanos y cortoplacistas, por Amor de Dios.

Y entonces iríamos en... la dirección correcta.

Piense usted globalmente y actúe localmente, es un buen consejo.




Pensar fuera de la caja


Pensar fuera de la caja


Hola amigos, una reflexión que comparto con ustedes, una más.

Pensando fuera de la caja se me ocurrió esta reflexión: ¿recuerdan a Bobby Fischer? El genio del ajedrez de los años 70. ¿Recuerdan cómo revolucionó los campeonatos con su visión periférica y cómo descubría las partidas amañadas?

Pues percibiendo, como yo lo llamo, fuera de la caja.



Discurriendo de este modo expresiones como “el Final de los tiempos” carecen de sentido, a no ser el poético. El fin de una cultura, una civilización, incluso de esta humanidad, es algo plausible pues no deja de ser un evento que sucede de continuo en el Universo.

Estrellas que se comen su sistema solar, o lo destrozan con una explosión estelar es algo común; según han descubierto los astrónomos.



Pero, ¿y qué pasa con la gente? Buena pregunta, ¿verdad?

La gente, cuando se queda sin hogar, se va a otro lugar para levantar uno nuevo. Esto es de cajón, como decían mis abuelas, así que saque usted su cabeza de eso mismo, no la esconda ya más, y comience a cavilar en todo lo que es usted, el verdadero y auténtico usted mismo, persona humana, terrícola, y qué se podría llevar a otro lugar para continuar con su historia personal.

Con el paso de los años iremos viendo más y más personas que han perdido su casa y tienen que migrar a otro lugar.

Piense en ello.



¿Observa el tablero? ¿Ve usted la jugada? ¿Percibe claramente su posición actual?

Sí, Bobby Fischer ya ha visto las cinco jugadas siguientes antes de que usted pestañee.

No se angustie, el tipo era un genio, y hay muchos Bobby geniales en los sentidos espirituales que ayudaran llegado un momento de crisis total.

Usted tan solo medite un minuto qué de personal, de suyo auténtico, se podría llevar a otra parte, de este mundo o de cualquier otro.

Examine sus sentimientos y vaya desechando cosas; también sus conocimientos, los que puede manejar con los ojos cerrados, rememorar en no importa qué lugar y con ellos orientarse correctamente. ¿Le serán útiles en caso de tener que emigrar?

Buen Camino.



La ciudad y las estrellas, de Arthur C. Clarke

 


La ciudad y las estrellas, de Arthur C. Clarke


Novela publicada en el año 1954, un clásico como se suele decir.

Es otra maravillosa historia de don Arturo que nos plantea un futuro en el que los terrícolas han sido derrotados por Los Invasores, y viven en una ciudad cerrada protegida por una cúpula que apenas deja pasar la luz solar.

Entonces aparece Alvin, un Único, para comenzar una odisea personal.

Fuera de Diaspar, la ciudad prodigiosa, tan solo hay desierto y muerte. Pero Alvin sueña con viajar a las estrellas, ¿y cómo lograrlo?

Alvin es diseñador, dibuja paisajes y casas en la pantalla de su ordenador y después se introduce en su interior, ¡sin salir de su habitación!

Cada ser humano es una matriz, única e irrepetible, que vive dentro de la Gran Matriz que es la Ciudad, Diaspar. Alvin es único, el primer terrícola que nace en 10,000 años. La ciudad es tan bella y la Matriz tan perfecta que nadie se plantea salir de ella.

Tienen miedo a saber qué podrían encontrar fuera.



Pero Alvin lo consigue y va a parar a una aldea donde las gentes son telépatas. Son personas que procuran trabajar más sus capacidades mentales que hacer máquinas más complejas.

Alvin encuentra a un extraño robot que puede volar; es el resto de una civilización estelar, que fracasó ante el ataque de Los Invasores. Y decide llevárselo de vuelta a Diaspar, a su casa. Como tiene un “cerebro” diferente tal vez le sea útil para tratar con la Gran Inteligencia que maneja la Ciudad.

Y no os cuento más, buscar este libro y leerlo que tiene mucha enjundia.


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Aprovechemos el tiempo para aprender de una conciencia alienígena Seguimos a vueltas con el extraño “cometa” que en estos días está entran...