1 2 3 Escondite Inglés Ojos que no ven


1, 2, 3, Escondite Inglés. Ojos que no ven...


Hola amigos, más caña de España. ¿Cómo va todo?

¿Han jugado alguna vez al escondite inglés? Nuestra vida es muy similar, ¿no lo conoce?

Un niño se pone de cara a un muro y tiene que taparse la cara con una mano y la otra dejarla a la espalda, los demás niños, comenzando a una distancia prudencial, intentan acercarse para llegar a ser el primero en palmear y eliminar al contable.

¡1, 2, 3, esconderite inglés!

Y te quitas la mano de los ojos y giras la cara; si ves a alguno de tus compinches de juego moviéndose tiene que sustituirte en el puesto de cara a la pared pues los demás, los demás, y esto es lo bueno: ¡son invisibles! ¿Y eso?

Tan solo el movimiento nos delata, esto lo aprendemos ya de niños.

Atención, esto va para los sesudos conspiranóicos iletrados, nada alfanuméricos, que les da por discurrir sobre lo que llaman The Matrix. Un mundo imperceptible.

Pero si esto ya lo sabíamos de niños: 1, 2, 3, ¡escondite inglés!



Y ahora muévase, levántese, salga a la calle, o baile un poco por casa si el tiempo no acompaña, o mejor aún: tome unas mancuernas y haga unas combinaciones de pullover y sentadillas.

Sentirá como su caja torácica se expande y expande. Únase al sentir general, expansivo; no deje de hacerlo hasta tener por lo menos 120 centímetros de contorno torácico.

Saque pecho al salir a la calle, y le digo lo mismo a las mujeres: ande derecho, ¡cojona!

Y The Matrix le sonreirá, ¡sí!



Ojos que no ven: 1, 2, 3, ¡esconderite inglés!

Así ocurre con nuestros teléfonos y ordenadores, por ejemplo; de continuo entran en ellos y los manipulan sin que nosotros nos enteremos. Ni aunque tengan el mejor antivirus de pago que puedan comprar.

Es inútil contra ciertas cosas. Inteligentes.

Ya me contarán ustedes lo que ven, si se quitan la mano de la cara, claro.



Durante la Era de Piscis había que estar de continuo mirando hacia atrás, o tener ojos en la nuca; ustedes ya me entienden.

En la Era de Acuario lo mejor será hacerse escanciador. Menos materialista.


Hasta la próxima, amigos.


El Entierro de Genarín mi versión


El Entierro de Genarín, mi versión.


¿Hola amigos? ¿Ya le estamos dando a las limonadas? No pasarse.

Hoy os hablaré del Entierro de Genarín, en la confianza de que los jenízaros que hacen la “procesión” este año tampoco le prendan fuego al barrio. O al menos que salvemos los muebles.

Lo que son las cosas y como menguan o crecen según el albur de algún ángel seráfico.

Les paso mi versión de este asunto: recuerdo que una noche de Jueves Santo, a finales de los años 70, estábamos tomando algo en El Cafetín, cerca de la catedral, un grupo de montañeros y espeleólogos, serían las doce de la noche o por ahí.

Bien, en algún momento entró el señor Pérez Herrero, que vivía en el piso de arriba, para pedir adeptos a su causa. Apenas nombrarlo: al Santo Pellejero, toda la tropa jipiosa y melenuda nos fuimos tras él hasta el Caño Badillo.

Tras escuchar unos poemas satíricos y desastrosos, de una gente con capa, marchamos en orden penitencial tras un carro cargado con botellas de orujo berciano y un gran altavoz.

Del carro tiraba un borrico y del borrico un gitano. Me parece que era del Puente Castro.



Penitenciando fuimos haciendo paradas para soltar unas coplas y echar unos tragos hasta el lugar del deceso genariano; en aquel lugar de la carretera de Los Cubos donde sucedió que Genaro fue finiquitado por el carro de la basura (le pilló con los pantalones bajados)

Los basureros siempre conducen a lo loco, cosa ya sabida desde los tiempos de los romanos.

En fin, que íbamos haciendo paradas y libaciones de su licor preferido hasta que llegamos al Cubo que marca la tradición.

Entonces un montañero de la tropa, Yuma le decíamos, subió hasta un agujero en la muralla y dejó allí una ofrenda ¡y sin encordarse ni nada!

Debía de ser el único de la peña que a esas horas aún era capaz de mantenerse derecho sobre las dos piernas.

Si afirmase que seríamos más de 30 personas me parecería que estaría exagerando.

Terminado el ritual una encantadora chica asturiana me acompañó hasta cerca de casa.

Me iba contando que había marchado a La India para el rollo espiritual, el yoga y bla, bla, bla, pero que se había vuelto de allí un poco desencantada; que si no progresaba, que si no le subía la Kundalini (¿o no le bajaba? No estaba yo muy católico a esas horas) Pero que después de esta experiencia leonesa igual se volvía al Asram la semana próxima.

Pues nada, le di recuerdos para el Sai Baba, o con el que estuviera y conseguí llegar a casa. Yo estaba más por estudiar el Kamasutra o cosa similar, pero eso son cosas de la edad.

Y eso es lo que recuerdo de aquel día.

En fin, que este año también habrá Entierro de Genarín y les deseo a los jenízaros procesionantes mis mejores deseos, pero que no quemen coches o contenedores de la basura y cosas de esas.


Hasta la próxima, amigos.



Estación Intermodal Atemporal y las Vías temporales


Estación Intermodal Atemporal y las Vías temporales


Hola amigos, ¿todo bien?

Aún con las brasas se puede asar un cordero y la vida, real, no es tal y como nos hacen creer. Incluso nuestros animales de compañía se dan cuenta del hecho.

He creado para ustedes varios vídeos sobre lo que denomino la Matriz 3 D y el Tiempo. Avanzamos en su compresión, pero a paso cansino.

Bien, en el año 2021 publiqué mis últimos libros y en ellos iban unas notas llamadas Diálogos en la Estación Intermodal Atemporal. Como si el relator trabajara en una gran estación con muchas vías por las cuales van y vienen de continuo mercancías y pasajeros.

Se los resumo y les aclaro lo de las vías...

Muchas vías de... donde ven tren pongan tiempo y conciencia. ¿Sí?



En la vía Primera está la conciencia, como un mar o un océano, como mejor lo puedan visualizar ustedes, estable y en plenitud. Se puede concretar, en un mundo como el nuestro, como algo mineral, vegetal o animal, y de otros modos. Siempre está ahí.


Por la vía Segunda, para nuestro entendimiento, fluye el subconsciente. Se enteran mejor nuestros animales de compañía, pues nosotros siempre estamos atentos a la tele o el móvil o cualquier cosa. Como mucho pillamos algo a través de los sueños, mejor aún: de las pesadillas.

Para que lo visualicen en modo ferroviario: les hablo de los trenes subterráneos, el Metro. ¿Sí?




La vía 3 son las Cercanías por las cuales circulamos todos a diario, a pie, en bus, en automóvil; en ese plan. Es en este nivel, ya superficial, donde funciona nuestra vieja Matriz 3 D desde hace miles de años. Una vida artificial que tomamos por “natural” sin hacernos preguntas. Y así nos tienen esclavizados.

Yo trabajo mucho por el dinero. Libremente.



Bueno, hay más vías en la E. I. A.; por la Cuarta ya tenemos viajes regionales. Los niños lo llaman “hacer viajes astrales”. Pero no van a ningún astro, no se piensen ustedes. Como mucho a La Luna; y a los de allí les sienta muy mal. No pueden vernos ni en pintura; no quieren que nos libremos del hipnotismo colectivo que asola este mundo.

Nos quieren medievalistas, terraplanistas, en ese plan...



Por la Quinta últimamente van dejando llegar pasajeros y mercancías, sin abusar oiga. Es tan solo para que nos vayamos haciendo una idea de su existencia los de Cercanías. Nos quieren poco cargados y a menudo nos... extravían las mochilas y otras pertenencias a los que de aquí quieren partir, ¡sí! mientras le ponen alfombra roja a los que llegan de allá. ¿Y eso porqué?

Estrictos controles de seguridad para los que quieren partir, parabienes a los que llegan. ¿Dónde ven la diferencia?

Yo es que soy un empleado, a mí no me pregunten, yo solo trabajo en esta empresa.

¿Hasta qué o a partir de que punto los llamados Homo Sapiens Sapiens somos naturales de este planeta? Pues todos nos vemos carnales, y sangramos si nos pinchan. ¿No?



Por la Sexta suelen venir viajeras en otro plan, más como peregrinos del Camino de Santiago que están de paso y no se quieren dejar engañar por estas apariencias. También me ha surgido con algunas de ellas la discusión (muy peregrina) sobre la evolución del ser humano en este mundo; mas que una raza les parecemos una mezcolanza de gentes de lo más variopinto.

Pero... ¿Cuántos somos de aquí y cuántos de fuera?

Ni los de Servicio de Atención al Viajero ni los de las Contratas de Limpieza lo sabemos.

Hay muchas más vías, docenas, y tan solo los del Control de Tráfico Centralizado manejan el tema.

Por esa causa no puedo explayarme en el asunto, y es que hemos tenido visitas de gentes que no necesitan utilizar vía alguna; descienden a este muladar de mundo así, sin más, desde sus luminosos hogares, utilizando frecuencias muy elevadas. ¡Protestas!

Sí, nos protestan a los currantes.

Que seguimos con los cultos antiguos, me pican y repican: los sacrificios, degollando corderos, sacando imágenes de Santas en andas y en ese plan.

Me hacen sentir ¡neandertal! Y tal y tal.

Va, bueno, esto solo le pasa al que trabaja, como es bien sabido, y nunca al jefazo que está leyendo el Marca con los pies encima de la mesa. Y ¿Qué quieren que les diga? Si lo ven mal: de perdidos... al río.


Hasta la próxima, amigos.


Otra mirada al Camino de Santiago

Una mirada nostálgica al Camino de Santiago mediante un fotomontaje musical, lo hacemos caminando; en verano por millares en invierno cuatro...