Estación Intermodal Atemporal y las Vías temporales


Estación Intermodal Atemporal y las Vías temporales


Hola amigos, ¿todo bien?

Aún con las brasas se puede asar un cordero y la vida, real, no es tal y como nos hacen creer. Incluso nuestros animales de compañía se dan cuenta del hecho.

He creado para ustedes varios vídeos sobre lo que denomino la Matriz 3 D y el Tiempo. Avanzamos en su compresión, pero a paso cansino.

Bien, en el año 2021 publiqué mis últimos libros y en ellos iban unas notas llamadas Diálogos en la Estación Intermodal Atemporal. Como si el relator trabajara en una gran estación con muchas vías por las cuales van y vienen de continuo mercancías y pasajeros.

Se los resumo y les aclaro lo de las vías...

Muchas vías de... donde ven tren pongan tiempo y conciencia. ¿Sí?



En la vía Primera está la conciencia, como un mar o un océano, como mejor lo puedan visualizar ustedes, estable y en plenitud. Se puede concretar, en un mundo como el nuestro, como algo mineral, vegetal o animal, y de otros modos. Siempre está ahí.


Por la vía Segunda, para nuestro entendimiento, fluye el subconsciente. Se enteran mejor nuestros animales de compañía, pues nosotros siempre estamos atentos a la tele o el móvil o cualquier cosa. Como mucho pillamos algo a través de los sueños, mejor aún: de las pesadillas.

Para que lo visualicen en modo ferroviario: les hablo de los trenes subterráneos, el Metro. ¿Sí?




La vía 3 son las Cercanías por las cuales circulamos todos a diario, a pie, en bus, en automóvil; en ese plan. Es en este nivel, ya superficial, donde funciona nuestra vieja Matriz 3 D desde hace miles de años. Una vida artificial que tomamos por “natural” sin hacernos preguntas. Y así nos tienen esclavizados.

Yo trabajo mucho por el dinero. Libremente.



Bueno, hay más vías en la E. I. A.; por la Cuarta ya tenemos viajes regionales. Los niños lo llaman “hacer viajes astrales”. Pero no van a ningún astro, no se piensen ustedes. Como mucho a La Luna; y a los de allí les sienta muy mal. No pueden vernos ni en pintura; no quieren que nos libremos del hipnotismo colectivo que asola este mundo.

Nos quieren medievalistas, terraplanistas, en ese plan...



Por la Quinta últimamente van dejando llegar pasajeros y mercancías, sin abusar oiga. Es tan solo para que nos vayamos haciendo una idea de su existencia los de Cercanías. Nos quieren poco cargados y a menudo nos... extravían las mochilas y otras pertenencias a los que de aquí quieren partir, ¡sí! mientras le ponen alfombra roja a los que llegan de allá. ¿Y eso porqué?

Estrictos controles de seguridad para los que quieren partir, parabienes a los que llegan. ¿Dónde ven la diferencia?

Yo es que soy un empleado, a mí no me pregunten, yo solo trabajo en esta empresa.

¿Hasta qué o a partir de que punto los llamados Homo Sapiens Sapiens somos naturales de este planeta? Pues todos nos vemos carnales, y sangramos si nos pinchan. ¿No?



Por la Sexta suelen venir viajeras en otro plan, más como peregrinos del Camino de Santiago que están de paso y no se quieren dejar engañar por estas apariencias. También me ha surgido con algunas de ellas la discusión (muy peregrina) sobre la evolución del ser humano en este mundo; mas que una raza les parecemos una mezcolanza de gentes de lo más variopinto.

Pero... ¿Cuántos somos de aquí y cuántos de fuera?

Ni los de Servicio de Atención al Viajero ni los de las Contratas de Limpieza lo sabemos.

Hay muchas más vías, docenas, y tan solo los del Control de Tráfico Centralizado manejan el tema.

Por esa causa no puedo explayarme en el asunto, y es que hemos tenido visitas de gentes que no necesitan utilizar vía alguna; descienden a este muladar de mundo así, sin más, desde sus luminosos hogares, utilizando frecuencias muy elevadas. ¡Protestas!

Sí, nos protestan a los currantes.

Que seguimos con los cultos antiguos, me pican y repican: los sacrificios, degollando corderos, sacando imágenes de Santas en andas y en ese plan.

Me hacen sentir ¡neandertal! Y tal y tal.

Va, bueno, esto solo le pasa al que trabaja, como es bien sabido, y nunca al jefazo que está leyendo el Marca con los pies encima de la mesa. Y ¿Qué quieren que les diga? Si lo ven mal: de perdidos... al río.


Hasta la próxima, amigos.


Papones y peluqueras


Papones y peluqueras


Hola amigos. ¿Qué tal andamos?

Se acercan unas fechas muy especiales, La Semana Santa, y todos los años me encuentro con turistas que me hacen la misma pregunta: ¿porqué los penitentes de esta ciudad, León, van siempre con la cabeza cubierta por un capuchón?

Bien, intentaré dar una contestación que sirva para los de aquí y los de Valparaiso, Chile.

Fue algo que me ocurrió, hace unos años, en la ciudad de Santander. Llevaba días andando El Camino de Santiago por la Costa y decidí dejarlo allí y volver a casa. Busqué un hotelito donde asearme, ducharme, afeitarme, bien, pero... ¡tenía unas greñas!

Buscar una peluquería deprisa y corriendo antes de que cerraran. Encontré una “academia”, llena de mujeres con sus niños y pregunté al “master”. Sí, tendría que esperar mi turno pero me arreglarían la cabeza.

Después de media hora angustiosa ya me había hecho fiel seguidor del rey Herodes.

Pero todo le llega al que sabe esperar; finalmente quedó una silla libre y me invitaron a sentarme, ¡bien! Al fin.

De mis largos cabellos se ocupó la chica que barría los pelos del local. Claro, al ser varón no iba a ser el “master” quien se ocupara de mi persona.

¿Cortar la cabeza?

No, solo reperfilar mi cabellera.

No sé qué entendió la sardinera pero el caso es que me dejaría hecho unos zorros.

Yo adopté de entrada una actitud estólida, casi de monje zen.



No tenía ni pajolera idea la muchacha de cómo usar las tijeras y el peine. Tras muchos pinchazos y tirones de pelo se dio por satisfecha. El “master” se acercó para recortarme las patillas y ala, a pasar por caja.

Salí totalmente perdida la cabeza de aquel local y no era capaz de orientarme. Menos mal que un policía municipal se apiadó de mi estado calamitoso y me indicó hacia mi restaurante favorito.

Llegué llorando, como les cuento, al mesón Los Arcos pero la camarera enseguida se hizo cargo de mi penitente persona. Incluso me ofreció una gorra para la cabeza, ¡sí!.

No gracias, me aguantaré el mal trago.

Era una gorra del Racing de Santander y yo soy de La Cultu.

No quería yo tocar fondo aquella noche y con la pitanza me recompuse un poco.



De camino al hotel paré en un local a tomar un algo, un chis-pum. Había un grupo de turistas inglesas, (o eran de Casiopea) no recuerdo, el caso es que les caí en gracia con mi aspecto, y a un trago le siguió otro y otro, y así hasta la melopea. Estábamos en la calle Calderón de la Barca, y como la vida es sueño...

Me acompañaron hasta la puerta del hotel (y no recuerdo si incluso me acostaron)

Al día siguiente busqué transporte para León, y no me quité la capucha del chubasquero hasta llegar a casa.

Así que ya sabe usted el porqué los papones de León van con la cabeza cubierta: para que no se vea el destrozo que les habrán hecho las peluqueras.



Hasta la próxima, amigos. Y no os paséis tomando limonadas.


De los platos luminosos o chacras


De los platos luminosos o chacras


Hola amigos. ¿Qué tal están? Confío en que bien.

Hoy les hablo de los platos luminosos o ruedas de energía en el ser humano; en La India les llaman chacras. Los platos superiores son bien conocidos en la cultura europea, en especial en su zona occidental. Hay muchas representaciones pictóricas.



Se lo apunto pues algunas amistades me comentan sobre calambrazos en la cabeza o en la base de la columna vertebral; eso depende de en dónde tengan el punto de atención para su conciencia.

Hay un problema de atención en el ser humano, especialmente entre los que vivimos en ciudades. No atendemos a nuestra respiración o a los latidos del corazón.

Siempre estamos atentos a lo que sucede ¡fuera del cuerpo humano! Siempre distraídos, inconscientes, de nosotros mismos. Y más ahora con los teléfonos.



Hay que estar atentos a los dolores en los hombros o rigidez en el cuello, como si algo nos sujetara.

Y ya no digo a corrientes eléctricas bajando de la cabeza o subiendo por la espalda. ¿No pueden parar un minuto de estar tecleando en el celular?

Si la corriente baja desde la crisma usted sentirá frescor en todo el cuerpo, pero si la corriente sube hacia el ombligo y más arriba sentirá calor en las partes bajas.

Le están limpiando, atento.

Recuerde esto siempre: la energía transmite información.

Cuando enciendo el ordenador no pongo los dedos en el enchufe, ¡sí!, espero a que esté activado y después busco la información conveniente. Del tiempo sobre todo.

Si solo notan calor o frescor se están perdiendo el mensaje.

Es el mismo sistema en lo material que en lo espiritual.

¡No nos electrocutemos con este asunto!

Las energías, especialmente las oscuras y pesadas pueden jugarnos malas pasadas; te puedes llegar a ver con la boca abierta y mirando al techo sin saber porqué.

Es bueno tener energía personal pero como carezcas de información veraz...



Hay muchos platos luminosos repartidos por todo el cuerpo y fuera de él, y de variados tamaños.

El caso es tenerlos bien limpios. Y estar siempre atento a uno mismo, como cuando lavas platos a mano y no quieres que alguno se vaya al suelo; ni aunque sea un platito de las tazas de café.

Con la boca limpia se lo digo: viva usted lo mejor que sepa y trate de ser buena persona; tal vez algún día pase de ser un creyente a un sintiente. No podemos seguir siendo ignorantes al respecto.

Procure guardar un equilibrio consciente entre lo que toma y lo que deja; los excesos no son buenos.

Somos seres complejos, pero separamos demasiado la parte real de la imaginaria; y así andamos por la vida con... los platos sucios.


Hasta la próxima amigos. A cuidarse.


Intangible

Intangible Cambios en el planeta natural. Amores luminosos, cariñitos pasajeros, que pasan por este mundo viajeros, peregrinos de Lo Inta...