El movimiento perpetuo y el agua


El movimiento perpetuo y el agua


¡Hola amigos! ¿Cómo andamos? Espero que bien, el caso es no quedarse parado.



¿Qué produce el movimiento? Los físicos creen que es una partícula, algún tipo de bosón. Yo ya no.

Y me explico: todo en nosotros se mueve, unos dos tercios de nuestro organismo está compuesto simple y llanamente por agua (de ahí la necesidad de hidratarse convenientemente)

Atención: ¡el agua! ¿Usted sabe que el agua no para de moverse?



El agua se mueve a nivel molecular, la danza del agua lo llaman, de manera constante. El agua que forma su cuerpo, no solo su sangre y otros líquidos viscosos, sino también el corazón o el cerebro está moviéndose ¡constantemente! No para un instante quieta, y si se nota usted algo raro, pesado, en fin que no está a gusto, baile un poco; sí, a ser posible con su pareja, y verá cómo nota la mejoría.

El imparable movimiento del agua que hay en su cerebro le impele a estar pensando, hablando, cotorreando incluso consigo mismo.

¿No me cree? Intente usted pararlo.



¿Ya? ¿Ha tenido un... momento Zen?

¡Uff! Parar eso cuesta y duele, pero después bailas mejor; te has dado cuenta de que si algo se mueve o en este caso: tu cerebro no es capaz de parar de hablar desde que te enseñaron a hacerlo, es por algo.

Es un fastidio si eres varón, pero un regalo mágico si eres varona, como se lee en El Génesis.

¿Qué produce el movimiento universal? Todas esas partículas atómicas y subatómicas que crean estrellas y galaxias que no paran un momento quietas. Todos esos animalicos que andamos por este mundo; ¿no lo ve? Eso es porque se le están quedando los ojos pequeños, ¿no lo sabe? ¿Qué edad tiene?

Cuando se nos pasa la edad reproductiva a los humanos se nos reduce el tamaño relativo de los ojos y cada año se alcanza menos a pispar; ya no son necesarios para su labor esencial: buscar pareja con la cual... reproducirse.

¿Qué será lo que produce el movimiento? Es un problema de conciencia este, para atacarlo con una Ciencia con Conciencia. ¿Y si no es una partícula? ¿Y si la ciencia actual, sin conciencia, estuviera equivocada? ¿Podría ser que hubiera un bosón como mecanismo de transmisión y el pensamiento como creación?



Amigo, que me está escuchando, ¿sería usted capaz de pensar que este cuentista ha perdido el tiempo en algún momento desde que fue concebido?

Ni uno...


Hasta la próxima, majetes, a cuidarse, que el tiempo es oro... o agua...


Sueños y cervezas


Sueños y cervezas


¡Hola amigos? ¿Qué tal están?

¿Otro curioso título verdad? Me explico.

Si usted no puede soportar la niebla de la especulación nunca lo hará con la brillante luz de los hechos. Reconozcamos que hay un vacío de comunicación entre lo que somos, realmente, y lo que parecemos. Somos inconscientes.

Seguimos sin comprender que el inconsciente se nutre, principalmente, de lo que es veneno para el consciente. Se lo dice un fumador.



Escuche esto: ¿Quién inventó los sueños? ¿Lo sabe usted? Es un problema de conciencia.

Hay mucha tela que cortar en este asunto. ¿Cómo son sus sueños?

Yo supongo que planos pues nunca habrá salido de los números naturales, y ya va siendo hora de que conozca los negativos. (Es cuando le debes dinero al banco o a otros prestamistas) Se tienen sueños obscuros, ¡pesadillas! ¿O es que ya ven claro?

Algún día descubrirá, Dios lo quiera, los números imaginarios que pueblan el universo material y matemático. ¡Use su imaginación!

Cuando sueñas te sales del tiempo lineal, carnal, al sutil, imaginario, y ¡claro! Suceden cosas. Según sea de amplia y de compleja su conciencia así serán sus sueños. Los que pueda recordar.



Observe usted, cuando pueda, el tocón de un árbol, sus anillos y líneas que salen en todas las direcciones. Los árboles saben lo que es el tiempo sin necesidad de ecuaciones. El árbol es árbol todo el tiempo y crece a lo ancho y a lo alto.

Y nuestro mundo también. ¿Lo entiende usted?



Enfocando el asunto por otro lado: ¿Le gusta la cerveza? ¿Sí?

Tal vez su vida sea como una botella de ese líquido dorado. Observe una gran línea de producción en la que está inmersa su vida, alegre, confiada. Usted tan solo siente que le rellenan, sí, o sea, que nace, va creciendo siguiendo la línea de producción y le vacían.

¡Falleció fulanito! A reciclar el casco.

Algo nos empuja, algo nos llena, algo nos lleva de aquí para allá, y cuando menos te lo esperas ten han descorchado y vaciado.

¿Eso era lo que usted había soñado?, ¿y qué ocurre si intenta ver más allá del casco de vidrio? Si intenta averiguar ¿esto de qué va?

Que solo verá niebla u oscuridad, seguramente.



Cuando “le vacíen la botella” usted será vaporizado, desinsectado, desinfectado, desparasitado, desnaturalizado, y sobre todo deshumanizado. Sí, ¡vayan a la luz! Vayan. Ya sabe, eso que les dicen a los fallecidos. Caminar hacia la luz, esclavos. Al reciclado.

¿No lo pasa usted a creer? ¡saque a su genio de la botella!

O sino siga circulando por la vida como otros muchos miles de millones de botellas de cerveza.

Y sea feliz, se lo dice un amigo que es más bien... de vinos.


Hasta la próxima, amigos.


El mundo del río y otras historias, de Philip José Farmer

 


El Mundo del río y otras historias, de nuevo releyendo a Philip José Farmer.

El primer relato conecta con el Mundo del Río, hay aventuras y más aventuras. Farmer en estado puro. Tom Mix y Yeshua son los protagonistas. El esperanto se ha ido haciendo más popular como medio de comunicación entre las gentes del Río, pero lo que cuenta en este mundo fantástico, como en La Tierra, no eran los hechos sino lo que la gente creía que eran los hechos.

Entre el pacifismo de Yeshua y el aventurerismo de Tom Mix transcurre el relato, con un final infeliz.

J. C. en el rancho turístico, o Nosotros los deudores debemos permanecer unidos, es el segundo relato. Asistimos a una curiosa competencia entre un tal J. C. Marison y tal Belzeh Buh con Cogorzas Waters como testigo de cargo. Divertido.

El Volcán, la historia de un mejicano ilegal en un rancho yanki. Tragedia americana y venganza inesperada.

Entramos en terreno resbaladizo con El enigma del puente doliente, Raffles nos conducirá a uno de los más extraordinarios casos criminales en el Londres de finales del siglo XIX. Camuflaje de alto voltaje en una pequeña aventura que supera todo lo escrito por H. G. Wells.

El niño podrido es un prodigioso salto de trapecista, tres mortales y medio. William "Jako" Burrougs es el autor de una novela de Tarzán de los monos, desconocida para el gran público. El resultado es demoledor. Empiezas a reírte en la primera página y no paras hasta el final del cuento.

Jane ha sido secuestrada por un cartel de banqueros venusianos comunistas intersolares. Correrá la sangre por el río Zambeze. Tarzán vuelve a casa. Frías burbujas orgónicas azules caen derivando del cielo vespertino y a Tarzán se le queda el culo frío.

Farmer no se quedaba mirando los toros desde la barrera, saltaba al ruedo. Nada debe entorpecer la marcha de la ciencia es el lema de otro de los cuentos. ¡Y los periodistas a los cocodrilos! Aparece el caso de un hombre que es como una antena de televisión, ¡de UHF! Y sintoniza cada cosa...

Se te quedan los ojos como cebollas podridas leyendo los siguientes relatos, pero anoche no me acosté hasta terminar el libro. Es una aventura tras otra y era justo lo que necesitaba en estos días gélidos y nubosos. Muy recomendable su lectura.

Intangible

Intangible Cambios en el planeta natural. Amores luminosos, cariñitos pasajeros, que pasan por este mundo viajeros, peregrinos de Lo Inta...