El domingo pasado la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de León realizó la etapa de Agés a Burgos, y yo pude acompañarles recordando viejos tiempos.
Una mañana ventosa y fría nos recibe al llegar a Agés. Hay que vestirse adecuadamente.
Importante: subir hasta el albergue municipal para sellar la Credencial del Peregrino.
Yo solamente anduve la segunda parte de la etapa comenzando en Orbaneja Riopico. Es una pista forestal bastante buena para caminar, aunque había llovido en abundancia apenas en un par de lugares hubo que saltar sobre los charcos.
Hay un largo tramo en el cual caminas al lado de la valla del aeropuerto pero enseguida ves el pueblo de Castañares. Terreno llano.
Pasado Castañares nos fuimos por la alternativa del paseo fluvial del río Arlanzón. Una delicia. Amenazaba lluvia pero apenas cayeron cuatro gotas.
Pasando por una pasarela de madera ya enfilamos el camino hacia La Fuente del Prior.
Un delicioso andadero a la orilla del río para andar a tus anchas. ¡Había muchos patitos! Una gozada de camino hasta el puente del Cid Campeador. Muy recomendable esta alternativa, la otra es de lo más pesado que recuerdo de todo este Camino de Santiago.
Sobre la una y media ya estaba en Burgos hidratándome convenientemente, que quieraslo o no se suda con la caminata.
Subí hasta el albergue municipal a charlar un rato con el hospitalero. Yo fui uno de los primeros en refugiarse allí al poco de inaugurarlo hace... la tira de años.
Muy chulo y con gran capacidad de alojamiento. De lo mejorcito que hay en todo el Camino Francés, y el hospitalero muy majo.
Un poquito más adelante la catedral. Se puso a llover con ganas y había que buscar donde meterse.
Apenas pude hacer una foto a la escultura antes de meterme en un bar cercano. Llovía bastante y fin de la excursión. Un chocolate con churros en el paseo del Espolón me ayudó a pasar el tiempo hasta la hora de tomar el autocar de regreso a León.