Cuarto Nivel de Conciencia y la 4D


Cuarto Nivel de Conciencia y la 4 D


Hola, amigos, ¿todo bien? Me alegro.

Hay que poner Corazón para poder entender algo de esto.

Algunas personas explican los niveles de conciencia indicando las octavas musicales o los niveles de frecuencias. Lo que entendemos por Hercios, Kilohercios, Megahercios...

Nuestro cuerpo carnal vibra en un grupo de frecuencias muy bajas y nuestra Matriz 3 D cultural es, como mucho, la propia de unos adolescentes espirituales. Así tenemos tantos conflictos, lo mismo activos como latentes hoy día.

La 3 D está variando pero muy lentamente. Hay terremotos como el de Marruecos o huracanes como el de Acapulco. Son cambios imparables pero que llevaran décadas el que lo comprenda la mayor parte de la Humanidad.



¿Qué es la 4 D? Pues más de lo mismo, más movida eso sí pero sin relojes ni calendarios. Son continuas paradojas. Nuestras creencias se ven constantemente desafiadas.

El electromagnetismo, por ejemplo, que hay en las ciudades ejerce efectos extraños en la 4 D.



La cultura hindú explora este asunto desde otro ángulo: los chacras. Entrar en 4 D sería subir, y mantener, tu conciencia, tu Sombra, en El Corazón. ¿Cómo lograrlo?

Aluden a una energía llamada Kundalini, y a un ser: Shakti, que como una culebrilla entrara por el ano y subiera por la columna vertebral, y que bien atendida obraría el poder subir la conciencia desde los bajos pasionales, emocionales y sentimentales, al Corazón amoroso.



Pero, hay un problema: entonces se comienza a ver La Maya.

Una realidad superpuesta, tal vez luminosa, pero que si no estás bien advertido entenderás como alucinaciones continuadas. Por ello suele producir un fuerte rechazo en nosotros, esquizofrenia, cosas así. Pero es un paso necesario para abandonar nuestra actual Ciencia sin Conciencia.

Vienen años muy locos, corazones.



Hasta un próximo programa de Ciencia sin Conciencia, amigos.


La playa salvaje, novela de Kim Stanley Robinson

 


Otra novela de ciencia ficción que añado a mi colección, La playa salvaje de Kim Stanley Robinson.

Fue la primera novela que publicó, en 1984, y muy bien acogida pese a ser una distopía. Recibió el premio Locus a la primera novela. Gustó mucho al público americano esa historia de unos muchachos que sobreviven pescando en las costas de California. Varios años después de que su poderoso país haya sido destruido y aislado como un paria de la sociedad humana.

Según vas leyendo te enteras que las ciudades quedaron devastadas por bombas de neutrones y los supervivientes se mueven en pequeñas comunidades haciendo cambalache, mercados al aire libre en los que se hace trueque pues el dinero ha desaparecido.

También relojes y calendarios, no hay trenes ni automóviles.

El protagonista es un chico que aún no ha alcanzado la mayoría de edad y junto a sus amigos se verá envuelto en peleas y tiroteos con los japoneses que controlan la costa oeste americana.

En compañía de unos exploradores de San Diego descubrirán que los japoneses disponen de satélites artificiales, armados con rayos de alta potencia, que cada poco destruyen los puentes ferroviarios o cualquier otra estructura industrial que los yankis intentan levantar.

California es un gran Parque Nacional donde los turistas entran y salen para disfrutar de los paisajes y las ruinas de villas y ciudades. Claro, a los yankis no les parece bien, y chino que ven chino que se cargan...

Tan solo los carroñeros entienden de qué va esa... película.

Pero no son malos chicos, tal vez gracias a Tom, un viejo trolero, cuentista, que conserva libros en casa e insiste en que aprendan a leer y a escribir; que no se conviertan en puros carroñeros.



Para ser su primera novela ya se le notaba el oficio a Kim, que tantas buenas obras publicaría años después. Muy recomendable su lectura. He disfrutado a base de bien cada página.



Intangible

Intangible Cambios en el planeta natural. Amores luminosos, cariñitos pasajeros, que pasan por este mundo viajeros, peregrinos de Lo Inta...