En el año 2017
publiqué una estupenda novela de ciencia ficción, una space opera,
que finalmente titulé Nunca llegarás a Aldebarán, 38048.
Comienza como El
Millón o Libro de Las Maravillas de Marco Polo, un relato
prodigioso de un viaje por la galaxia relatado por un personaje de lo
más atrabiliario. Rescatado entre los restos de una extraña nave
espacial, una espacio-caravana, cerca de Júpiter, y puesto a disposición judicial pues
en la nave no queda rastro alguno de los otros tripulantes: Reichel y
sus dos perritos.
¿Qué sucedió?
Que llegó El
Enemigo.
Y lo cambió todo.
¿Qué o quien es El Enemigo?
Se ignora, pero
todos los robots del mundo saludan y admiten ordenes de 38048, el
encausado. Su nombre es secreto del sumario.
Una novela homenaje
a todos los maestros de la ciencia ficción que pude nombrar que
relata, en principio, un bucólico viaje en una espacio-caravana,
Rocín Brillante, por el sistema solar.
La misión tiene la
matrícula, número de viaje, de 38048. Solo para archimillonarios.
Los protagonistas:
él ha pasado en un día de ser un miserable camarero a
archimillonario, y ella es, bueno, es Reichel, leeros la novela; se
embarcan en un viaje programado que les llevará a La Luna, Marte,
Ceres.
La Luna Europa, Ganímedes.
Encélado, Tritón, y ¡deberían haber terminado su tour turístico!,
esquiando en Plutón.
Pero el enredo va a
más y más y la pareja intentará escapar de los mercenarios
espaciales que les persiguen marchando hacia Eris.
Pero tan solo conseguirán caer
prisioneros de los misteriosos Vigilantes.
Oluchi está al
mando de la inmensa ciudad espacial Vigilantes II y no cejará
intentando descubrir quien es, en verdad, el protagonista.
El único
terrícola que no tiene implantes en su organismo. Aparte de los que
le colocaron, antes de comenzar el viaje turístico, para comunicarse
con Reichel y Rocín Brillante.
¿Dónde ha vivido
este tipo y cómo es que no está fichado? Por ninguna agencia
terrestre o raza espacial. ¿Es él el causante de la revuelta que ha
estallado en el planeta? Los Vigilantes le pondrán a trabajar en cualquier cosa, de barrendero, de... lo que sea, el caso es tenerle vigilado mientras se mueve por la ciudad. Reichel, implantada, es rápidamente fichada por los equipos de vigilancia estelar.
La guerra se va
extendiendo por toda La Tierra, por El Sistema Solar, y finalmente
los Vigilantes también serán atacados por naves alienígenas. ¿Es
el fin?
Los protagonistas
consiguen escapar, con sus dos perritos, hacia los confines de la
galaxia y aquí comienza un viaje más allá de donde ningún
terrícola logró llegar.
Irán pasando de
mundo en mundo, de civilizaciones mundanas a estelares y finalmente
galácticas. ¿Y usted se lo quiere perder?
Civilizaciones con cultos de lo más extraño; unas están en nuestra Edad de Piedra y otras... más allá de lo soñado.
No, nunca llegó
hasta Aldebarán nuestro héroe pero consigue regresar al planeta y,
aunque encausado, relatar sus experiencias en una ciudad de Buenos
Aires, futurista, y en un programa de Carnavisión Extendida, solo
para abonados de pago. Un sistema de inmersión que permite
carnovisionar lo relatado por 38048.
¿Se lo quiere
perder? Sea usted un invidente, abonado, teleespectador de una maravillosa historia que puede revivir gracias a... ¡Carnavisión Extendida!
Salen
extraterrestres a mogollón, incluso los Jardineros Universales
aparecen en el relato.
El final es
inesperado, como todo lo que yo hago y escribo, y... sí, da igual si
vigilan los cielos y observan la estrella Aldebarán: El Enemigo ha
llegado.
Sus Eskrull
Metaformos se han hecho con el dominio no solo de este mundo y
sistema solar sino ¡de toda la galaxia!
Los robots, si
pudieran sonreír lo harían. Nadie, nunca, pudo haberlo supuesto.
Su tiranía será
implacable.
No se la pierdan, amigos.