El origen estelar de los tatuajes

El origen estelar de los tatuajes

Desde chaval me he encontrado con este problema, un auténtico muro de mentiras, la mayor parte de ellas publicadas hace muchos años. Sus ladrillos son del tipo: Estamos solos en el universo, esta parece ser la piedra angular, no tenemos pruebas de la existencia de vida en otros mundos, no tenemos pruebas de que alguna vez haya venido alguien a La Tierra.

Ángeles caídos, aparte.

Bueno, en mi visión personal, una de las pruebas mas palpables que podemos ver a diario y por todas partes son los tatuajes. Para mí es una prueba fehaciente y fiable del origen estelar de la mayor parte de las etnias repartidas por este mundo.

Cada raza estelar que fue llegando a este mundo, devastado por El Diluvio, se fue instalando en un territorio y como recuerdo de su origen galáctico sus individuos se hacían tatuajes en la piel. Grabaciones repartidas por todo el cuerpo para recordar a su Madre Patria, Solar, su estrella y mundos de procedencia.

Mírelo así y lo verá más claro, clarinete.

La profusión de lenguajes, pues lenguajes son, que muestran Maoríes y Mayas, los Nórdicos, los Chinos, Tailandeses, Semitas, Africanos a mogollón...

Cada uno contando su historia para intentar no perder el recuerdo de su origen estelar sumergidos en esta Matriz 3D, que a todos muele cual rueda de molino y donde cada individuo no es mucho más que un grano de arroz o cereal. Y al que despunta un poco y se sale del rebaño humano le ponen a empujar de la rueda del dolor.

La molienda en nuestros días es ya tan grande que se ha perdido el sentido, el lenguaje, de cada tatuaje étnico. Salgo a tomar unos chatos por el barrio y veo a un español con un tatuaje tailandés y a un colombiano con uno nórdico, eso sí... ¡espectaculares! Un despropósito a primera vista.

Pero observemos mejor: a quienes has de mirar es a los que... se llevan la harina, y tú te quedas mohína. Estelares avispados, buenos negociantes, cambalache continuado, que se saben lo del engaño de este mundo; en general son buena gente que se llevan algo de lo que nosotros producimos y no sabemos aprovechar. Por ejemplo El Mal.

Disfruten del verano, amigos.