Destino
Las trampas se hacen palancas, y no siempre se tornan visibles.
Voy a mandar un currículum a una I.A., de un ministerio, para ver si me contratan de consigliero en alguna empresa de transporte ferroviario. Tengo 40 años de experiencia, se leer y escribir, y me puedo quedar en casa, por el barrio, sin tener que ir por el curro a fichar. Total, pa´qué, ¿verdad?.
Sé que puedo aportar grandes cosas pero, si me contratan, no me vengan después con el consabido: ¡Tío, pásame el río!
Llevo avisando desde hace años de que vienen cambios imparables. Tambores de guerra, sin soldados, suben el precio del oro para inducir a la moneda digital y el control social draconiano.
Menos mal que ya se pasó la tontería de que nos iba a "caer" un asteroide, como si fueramos dinosaurios, pero igual, un día de estos, se les cae el tinglado a los mentirosos. Puede irse aun más a lo profundo. Yo tan solo aviso, que no me mueve mala fe.
Los parroquianos seguiremos chateando, felices, por el barrio, ¿verdad, vecinos?
Las trampas se hacen palancas nos decían los abuelos, ¿acaso hablo chabacano que no se me entiende? Veo a diario "listos" que van por la vida sin dinero físico, palpable.
Te pago con el móvil, un sello de correos... lo que me quedaba por ver.
"Pobres tendréis siempre con vosotros", dijo el morenito. Vale, pero que además no me vengan de listos, y que yo tenga que quedar por abuelito ignorante.
Es que si llevo billetes y monedas encima me pueden robar.
Me cuentan. A tí ya te robaron al nacer y no te enteras, regaderas. Nunca habéis tenido dinero ni seréis ricos jamás. Por miserables; Victor Hugo fue un escritor extremadamente compasivo a mi modo de ver.
En fin, ya ascenderán o se hundirán por sus propias acciones, Burbujas del Señor.
